El 22 de enero del 2017, Chelsea le ganó 2-0 al Hull City por la Premier League. Ese día, Ryan Mason chocó de cabeza contra Gary  Cahill y estuvo hospitalizado en grave estado por una fractura de cráneo. Un golpe que le dejó una brutal cicatriz desde la frente hasta la oreja derecha.

Después de trece meses de lucha, Hull City confirmó que el volante de 26 años debe retirarse del fútbol profesional por orden médica. Rápidamente, en las redes sociales varios clubes y jugadores lo despidieron de la mejor manera. 

"He trabajado sin descanso para poder volver. Desafortunadamente, no tengo otra opción que retirarme", escribió en su cuenta de Instagram Mason, quien también le agradeció a todos aquellos que lo han ayudado en la lesión que puso en riesgo su vida.

El mediocampista era uno de los proyectos del fútbol inglés: había debutado en 2015 en la Selección de Inglaterra, después de asentarse en el Tottenham de Mauricio Pochettino. Un presente que le había costado después de ser cedido a Yeovil Town, Doncaster Rovers, Millwall, Lorient y Swindon Town.

En 2016, Hull City no dudó en poner sobre la semana más de 15 millones de euros para hacerlo uno de los mejores pagos del equipo. No obstante, menos de un año pudo jugar en el club.