En las últimas horas la dinastía Chávez arribó a Guadalajara donde se ultiman detallas para que se presente la familia más importante que tuvo la historia del boxeo mexicano. Sin embargo, a horas de su último combate, el César reconoció que en esta exhibición corre riesgo su vida, pero aseguró que de todas manera va haber guerra el próximo sábado frente Héctor Camacho Jr.
El 19 de junio pasará a la historia porque el máximo ídolo de Latinoamérica colgará de manera definitiva sus guantes cuando suena la última campanada. El invitado a la fiesta será el hijo de uno de sus grandes rivales, el puertorriqueño el Macho Camacho a quien derrotó por punto en septiembre de 1992.
Sin embargo, a sus 58 años, Julio César Chávez confesó que al subir al ring en el Estadio Jalisco vuelve a poner en riesgo su vida. “Va a pasar lo que Dios quiera, pero no voy a hacer quedar mal a nadie de los que vayan al Estadio Jalisco, voy a hacer una exhibición del agrado de toda la gente y si tengo que morirme arriba del ring, pues que a toda ma***”, expresó el César según lo informado por Telemundo.
Y agregó: “He sentido un poco de temor, sé del peligro que corro, es una exhibición, pero mi nariz, con un mal golpe me puede venir un derrame cerebral, debo de tener mucho cuidado, pero ya la acepté, ya estoy hasta el cuello, pero ahora debo sacar lo mucho o lo poquito que me queda del gran campeón mexicano”.
Cabe recordar que en el último sábado Julio César Chávez terminó a los empujones con Héctor el Macho Camacho Jr. luego de intercambiar unas picantes palabras en la conferencia de prensa.
