Con lo que pasó no se puede hacer nada, porque es parte de la vida aceptar y dar vuelta la página. La pelea que Canelo Álvarez dio ante William Scull fue aburrida, no tuvo show y no entretuvo a nadie de todos los que esperaban ver a un Saúl más explosivo dentro del cuadrilátero. No se puede seguir criticando algo que todo el mundo ya vio, porque se vuelve repetitivo y hasta cansador, pero lo que se espera que, con los múltiples comentarios negativos que recibió Saúl, los tome y en su próxima presentación muestre algo distinto. Esa es la única forma que tiene de mantener intacto su prestigio en el deporte.
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¿Canelo Álvarez ya no es el mismo en el boxeo?
Sí, los deportistas son muy talentosos y nadie les regala nada cuando de gloria se trata, pero no en vano se dice que ganan lo que generan y allí el público cumple una función principal. Todo el mundo verá la pelea de Canelo ante Terence Crawford el 13 de septiembre porque se viene hablando de este duelo hace meses y ya algunos lo quieren observar solo por sacarse las ganas. Además, Álvarez es la máxima cara del boxeo latinoamericano y una de las más conocidas a nivel mundial, por lo que él es un atractivo por sí solo. Eso no significa que todo esté permitido.
Canelo quiere ganar, seguir siendo campeón supermediano por siempre y que sus éxitos no se detengan nunca, pero también es parte del deporte arriesgar, buscar un poco más con el peligro de recibir algo inesperado a cambio. Bueno, allí estará su inteligencia para ser espectacular sin salir herido de la situación. Ante Edgar Berlanga en septiembre parecía que tenía al puertorriqueño al borde del nocaut, pero sin embargo no pudo finalizarlo. Contra Scull se esperaba que sea capaz de pasar por encima a un boxeador que no tenía ningún tipo de prestigio en el deporte y sin embargo protagonizó una de las contiendas con menos golpes lanzados en la historia.
Terence Crawford puede ser la gran prueba que necesita Canelo Álvarez para demostrar que sigue siendo una estrella. (GETTY IMAGES)
Es decir: ¿Sería justo plantearse que Canelo Álvarez ya no es el mismo? Hace apenas un par de horas, el histórico promotor Bob Arum planteó que Saúl simplemente se volvió un empresario que dejó en un segundo plano el show. Que una opinión tal calificada lance ese comentario deja pensando a más de uno. La realidad es que todos se niegan a creer eso, porque, por más que hayan pasado 20 años de carrera y el final esté cerca, todos confían en que cada presentación nueva es el día para que aparezca ese boxeo mexicano, guerrero, que no es el mayor fuerte del tapatío, pero que siempre estuvo presente.
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Sí, el día de mañana Canelo no tendrá nada por lo que preocuparse en cuanto al aspecto económico, pero eso no le importa en lo más mínimo a quienes pagan una entrada para ir a un estadio o a los que se sientan frente a su televisión con una rica comida. Esos comunes que aguardan meses por ver a una figura de su calibre en acción, esperan más de Canelo, desean que cumpla con el rol de superestrella que tiene y que ofrezca algo que está en las reglas de juego: el ser un deportista exitoso también implica contentar al público. Por eso decimos que la gloria de Canelo en el boxeo depende de él mismo, nadie más que el propio Álvarez tiene la capacidad de brillar y dejar felices a todos con sus habilidades. ¿Podrá o ya es cuestión del pasado?
