El Estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo, un escenario inesperado y desafiante, será la sede del crucial partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana entre Alianza Lima y la U. de Chile. Este imponente recinto, inaugurado el 1 de julio de 1970 y bautizado en honor a un destacado empresario y uno de los fundadores del club Coquimbo Unido, se erige como un pilar fundamental en la rica historia futbolística de la región.
Alianza Lima deberá estar preparado
Su trayectoria no se limita a encuentros nacionales, ya que cuenta con una vasta experiencia en la organización de partidos de envergadura internacional, habiendo albergado eventos deportivos de gran relevancia como: el Campeonato Sudamericano Sub-20 de 1997, el Torneo Preolímpico Sub-23 de 2004 y, de manera destacada, la Copa Mundial Femenina Sub-20 de 2008, ocasión para la cual fue sometido a una profunda modernización para cumplir con los estándares FIFA.
La confirmación por parte del club chileno de este cambio de sede se debe a la ineludible indisponibilidad del Estadio Nacional de Santiago, el cual será utilizado por la FIFA para la realización del Mundial Sub-20. Esta modificación altera drásticamente el desarrollo previsto del encuentro, introduciendo nuevas y complejas variables que Alianza Lima deberá enfrentar con máxima concentración y adaptabilidad. Un factor de capital importancia que añade una capa adicional de complejidad a este trascendental encuentro es que el partido se jugará a puertas cerradas.

Estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo donde jugará Alianza Lima. (Foto: X).
Situación inusual en Copa Sudamericana
Esta medida, impuesta debido a una sanción de la CONMEBOL, privará al espectáculo futbolístico de la habitual y vibrante pasión que solo la presencia de los aficionados puede aportar. Para Alianza Lima, la preparación para este desafío no solo debe ser táctica, sino que también debe abarcar un componente psicológico significativo. El equipo necesita aclimatarse a un ambiente inusual y desprovisto de la energía de la afición, sin la presión usual ni el aliento incondicional de la hinchada local, y lamentablemente, sin el apoyo vital de su propia afición.
El silencio sepulcral del estadio podría convertirse en un factor desestabilizador, afectando el ritmo y la concentración de los jugadores, o, por el contrario, podría ser percibido como una oportunidad única para concentrarse exclusivamente en el juego, minimizando las distracciones externas y potenciando la comunicación interna del equipo. El partido, programado con precisión para el 25 de septiembre de 2025 a las (21:30 horas local – 19:30 horas en Perú), representa un verdadero desafío mental y deportivo para Alianza Lima.

U. de Chile jugando en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo. (Foto: X).
Alianza Lima enfrentará a su propia historia
En este singular escenario, los jugadores blanquiazules deberán demostrar su capacidad de adaptación y resiliencia en un campo ajeno y en una atmósfera de completo silencio, donde cada pase, cada jugada y cada decisión resonarán con una intensidad inusual. Su único y supremo objetivo será asegurar su clasificación a las semifinales de la Copa Sudamericana, un logro que no solo consolidaría su posición en el torneo, sino que también serviría como una prueba de su fortaleza mental y su cohesión como equipo ante la adversidad.

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