El último jueves, un escándalo remeció las oficinas de la FPF, del Ministerio de Salud y hasta del propio Sagasti. Una primicia de RPP dejó expuesta a la Federación y al Minsa por priorizar a los deportistas antes que las personas vulnerables en el proceso de vacunación.

Sucedía que la delegación disponía de las vacunas Sinovac dadas por la Conmebol, sin embargo en Perú estás no podían ser aplicadas por no contar con la licencia. Se decidió que se apliquen las de todos los peruanos: las Pfizer compradas con nuestros impuestos.

Obviamente, hubo un escándalo generalizado. Trascendió tanto miediáticamente que se suspendió el proceso para los jugadores, comando técnico y dirigentes. Igual, el problema sigue dando que hablar.

Y es que las otras Selecciones sí pudieron aplicarse la dosis brindada por la CONMEBOL. Entonces, una voz como la de Pierre Manrique comenzó con unas sospechas contra el MINSA y la FPF.

“Tan difícil es que Minsa autorice la vacuna Sinovac? Es solo cuestión de voluntad o por algo en especial niegan la misma? Algo no huele bien”, escribió quien sacó la primicia en su momento sobre el doping de Guerrero.

Ahora, se tendrá que seguir investigando que pasó entre el Estado y la Federación. Increíble que, otra vez, la vida de la población esté en un lugar secundario por un grupo que solo piensa en el interés particular ¡Tristísimo!