El tenis australiano tuvo una época de gracia en la década de los ‘60 y comienzos de los ‘70. Esto gracias a las apariciones de Rod Laver, Ken Rosewall y Roy Emerson. Este último, supo ganar 12 títulos de Grand Slam entre 1961 y 1967, esto en singles. Porque en dobles conquistó otros 16.
Pero había algo que destacaba a Emerson por sobre el resto: su personalidad. Era un tipo muy sensato y sincero. Es más, él mismo reconocía que Rosewall y Laver eran mejores jugadores que él. Aunque para Australia poco importaba esto porque Emerson ganó en ocho oportunidades la Copa Davis.
Emerson no tenía problemas en decir públicamente que él no era el mejor tenista del mundo y encima era amateur. Esto tomado con pinzas porque la gran mayoría cobraba algún dinero por izquierda.
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Muñeca única y diferente:
Roy Emerson nació el 3 de noviembre de 1936 en Blackbutt, Queensland, a 160 kilómetros de Brisbane. Por aquellos años aprender a jugar al tenis era casi menester para los niños australianos y Emerson no quedó fuera de esa práctica. Todo esto por la influencia británica que había en el país. Es más, por aquel momento, el tenis era más popular que el rugby y el criquet en el país.
Su familia era granjera y también amantes de los deportes. Por eso, la práctica deportiva no fue un problema para él, ya que su papá le hizo una cancha en el fondo de la granja.
Pero ese no fue el único favor que le hizo su padre. Entre las tareas diarias que Emerson tenía, se encontraba la de ordeñar a las vacas. Parece que no tiene que ver con nada, pero eso ayudó a fortalecer las muñecas de Roy y así poder jugar el “big tennis”. Así llamaban los estadounidenses al juego de saque y volea que se imponía por esas épocas.
Pero no solo jugaba al tenis en la pista de la granja, sino que cuando iba al colegio también aprovechaba para entrenar allí. “Era muy buen estudiante, el mejor de la clase en mis últimos años allí. Pero había días, en los que era el único en la clase porque había que atender trabajos en las granjas”, declaró en una entrevista.
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Roy Emerson, en un tributo en el Australian Open 2015 (Getty)
Mudanza determinante:
Pero su carrera tenística dio un salto cuando se mudó a Brisbane junto a su familia. En la capital de Queensland el tenis era parte del bagaje urbano, muchas pistas y también muchos profesores con ganas de enseñar. Allí encontró competencia, pero al competir se dio cuenta que debía ponerse a punto fisicamente.
Emerson comenzó a leer sobre preparación física. Empezó a correr, hacer abdominales, levantar pesas y tener buenos hábitos como no fumar ni beber. Tal fue su mejora atlética que algunos testigos dicen que llegó a correr 100 yardas en 10,6 segundos.
Él porpio Emerson sabía que no era el mejor tenista y por eso tenía que entrenar como nadie. Su velocidad le venía perfecta para su juego. Un saque bien potente, llegar rápido a la red y volear con su muñeca.
Actualmente, Roy Emerson tiene 86 años, y ganó 12 Grand Slams. Entre ellos seis Abiertos de Australia, dos Roland Garros, dos Wimbledon y dos US Open.
