La tarjeta roja que vio ante Cádiz le ha salido demasiado caro a Ronald Koeman. El entrenador de Barcelona fue expulsado este jueves luego de protestar una jugada en los minutos finales del partido. A partir de esto, la Real Federación de Fútbol ha decidido imponerle un castigo, que podría ser decisivo incluso en su futuro inmediato.

Koeman está en la cornisa. Su puesto está en juego y el partido ante Levante podría ser determinante, ya que un mal resultado y, sobre todo, un mal rendimiento, le mostrar´la puerta trasera del Camp Nou. Pero, para colmo, ante el conjunto valenciano no podrá estar en el banquillo.

El Comité de Competición de la Real Federación de Fútbol española impuso una sanción de dos partidos para Ronald Koeman. De esta manera, el neerlandés no podrá estar en el Camp Nou para el partido ante Levante ni tampoco en el Wanda Metropolitano ante Atlético de Madrid. Por lo cual, su posible salida del club podría hacerla incluso fuera de los bancos de suplentes.

De acuerdo al informe presentado por el árbitro Carlos del Cerro Grande (de polémico arbitraje), Koeman fue expulsado al minuto 95 por este motivo: "Protestar al cuarto árbitro de forma ostensible, con los brazos en alto, a voces y saliendo del área técnica en los siguientes términos: "¡eh, tiene que pitar el árbitro, tiene que pitar el árbitro!, ¡ostia, tiene que pitar!", siendo advertido previamente por el cuarto árbitro para que cesara su conducta de protestas a las decisiones arbitrales".

Así, Competición decidió suspenderlo con dos partidos acogiendo al artículo 120 del Código Disciplinario de LaLiga. La única alternativa de Barcelona es que su recurso de apelación pueda prosperar para que pueda estar ante Atlético de Madrid, aunque es difícil que esto ocurra. "Te expulsan por nada, en este país te expulsan por nada. He preguntado con toda normalidad al árbitro. ¿Actitud? Lo dejamos porque no es mi problema", se excusó Koeman, en conferencia de prensa después del partido.