El derbi entre Real Madrid y Atlético de Madrid correspondiente a la jornada 17 de LaLiga tuvo varios nombres propios. Benzema, Asensio, Courtois y por supuesto el hombre que viene irrumpiendo con fuerza en el líder. Vinícius Jr. volvió a ser protagonista en un gran encuentro donde analizamos hasta qué punto es este brasileño un genio u otro golpe de efecto por parte de la prensa. 

Su nivel y números hasta aquí eran prácticamente incuestionables. 12 goles y 5 asistencias acumulaba un Vinicíus Jr. que llegaba al choque más importante de la ciudad de Madrid como uno de los abanderados del equipo de Carlo Ancelotti para vencer a Simeone y compañía. Así se le fue al hombre que ha hecho olvidar entre otros, a un tal Eden Hazard.

 

Quedó en claro desde el inicio que esa picardía, atrevimiento y velocidad en carrera de los brasileños corre por sus venas. Vinícius cuenta con esa forma de correr y encarar que tanto distingue a sus compatriotas que han triunfado en este deporte. Pegado a la banda para abrir el campo y con Mendy cubriendo siempre sus espaldas para que solo tenga que pensar en lo que ocurra de mitad de cancha hacía adelante, Ancelotti ha decidido que sea uno de los jugadores con menos responsabilidades defensivas del equipo.

Es veloz, hambriento y siempre está dispuesto ha ofrecerse como opción de pase para un Benzema que le ha adoptado como su mejor amigo en ataque. Y es que el brasileño ya no es ese joven que prometía y al que los centrales del rival se lo comían con dos entradas. Vinícius se ha ganado un nombre y la forma en la cual los rivales se perfilan y esperan sus enganches ha mutado de manera evidente.

Su gran deuda

Con Ancelotti ha encontrado por fin un entrenador que perfile el juego del equipo alrededor de su velocidad y fútbol. Si bien esto ha dado como resultado un crecimiento en sus números que resulta incuestionable, Vinícius sigue debiendo una mayor efectividad en cuanto a la última decisión como pudo verse en el derbi, pese a haber conseguido asistir a Benzema y a Asensio en los goles de los blancos. 

Hasta 5 contragolpes por tiempo tuvo el brasileño en sus botas para liquidar un encuentro que fue Merengue de principio a fin. Vini debe todavía esa seguridad de que de sus botas saldrá un gol o un atajadón del portero contrario. Que nadie se mienta, ha mejorado de manera impresionante y puede hacerlo todavía mucho más, pero el 20 del Real Madrid está lejos de poder luchar por ese Balón de Oro que algunos medios piden para su fútbol. La ovación recibida cuando dejó el campo por Rodrygo deja en claro que aunque haya un margen de mejora importante, es el nuevo ojito derecho del Santiago Bernabéu.