Real Madrid propinó un nuevo fracaso del Paris Saint-Germain. La más dolorosa derrota del conjunto parisino se dio en el Santiago Bernabéu donde todos los reflectores apuntan contra la figura de Gianluigi Donnarumma por su grave error. Sin embargo, la consumación de esta eliminación en los octavos de final de la Champions League es el resultado lógico de una temporada donde Mauricio Pochettino no dio la talla con una plantilla llena de estrellas. Más allá de esto, los directivos tampoco se salvan del papelón.

PSG sigue sin conseguir la Champions League y suma una nueva caída dolorosa tal como sucedió ante Barcelona en 2017 (6-1 en la vuelta tras el 4-0 en la ida) o ante Manchester United en 2019 (los ingleses levantaron un 0-2 de visitante ganando 3-1 en la vuelta en París). Esta vez tenía su serie casi liquidada con un 1-0 tanto en la ida como en la vuelta, pero esa jugada de Donnarumma revivió a Real Madrid.

 

A pesar de apuntarle lógicamente a la figura del arquero italiano, luego de no despejar el balón tras un pase atrás y permitiendo que Benzema se la robe y luego convierta el gol, también PSG se cayó a pedazos animícamente. A esto se le suman algunas actuaciones decepcionantes, sobre todo de la pareja de centrales entre Marquinhos y Presnel Kimpembe. Lo que sorprende es el caso del brasileño, quien jugó el peor partido de la temporada y en un momento clave.

En esos minutos del segundo tiempo, ni Verratti, ni Danilo Pereira, ni Idrissa Gueye lograron neutralizar al mediocampo de Real Madrid, quienes liderados por Luka Modric se llevaron puestos a los parisinos. En este sentido, la salida de Leandro Paredes (amonestado) llevó a este desconcierto. Perdió el equilibrio PSG, el cual se lo daba el mediocampista argentino.

Marquinhos y su peor partido de la temporada (Getty Images)

Marquinhos y su peor partido de la temporada (Getty Images)

En la delantera, quizás lo único cuestionable haya sido que no aprovechó las oportunidades que tuvo en la ida. Quitando eso, Mbappé demostró por qué es el mejor jugador del mundo, acompañados por Lionel Messi y Neymar, quienes tuvieron buenas combinaciones durante toda la serie, aunque se vieron superados por la arremetida 'blanca' en la segunda parte de la vuelta.

 

Los culpables del fracaso de PSG

No caben dudas que el mayor responsable es el técnico Mauricio Pochettino, quien equivocó el camino en este partido con los cambios y tampoco logró hacer reaccionar a su propio equipo ante la embestida del conjunto 'merengue'. ¿Es cuestionable también no haberse decidido por un arquero u otro en la disputa entre Donnarumma y Keylor Navas? Al margen de esta pregunta y de muchas otras, al argentino le quedó 'grande' una plantilla de súper estrellas.

A Pochettino le quedó grande la ´súper' plantilla de PSG (Getty Images)

A Pochettino le quedó grande la ´súper' plantilla de PSG (Getty Images)

'Poche' nunca logró convencer y eso quedó demostrado en los partidos semana a semana en la liga francesa, pero también en la Champions League. Apenas sí pudo superar a Brujas y Leipzig, pero fue ampliamente superado por Manchester City. Al Real Madrid le alcanzaron apenas 30 minutos de los 180 totales para superar a PSG en la serie.

Por último, pero no menos importante, la directiva de PSG tiene su responsabilidad. En primer lugar porque firmar a cuanta estrella quiera, no garantiza el éxito. En este sentido, la falta de planificación les pasó factura. Llenar la delantera con nombres como Messi, Mbappé y Neymar debe acompañarse con jugadores en el mediocampo que puedan sostener a éstos de arriba y han fallado en ello (acompañados por Pochettino).

Al-Khelaifi y Leonardo, culpables también del fracaso de PSG (Getty Images)

Al-Khelaifi y Leonardo, culpables también del fracaso de PSG (Getty Images)

A su vez, no garantizar un sincero respaldo a la figura del entrenador también es cuestionable. Desde hace meses que en los medios franceses se habla de la figura de Zinedine Zidane como reemplazo de Pochettino. Y si bien hubo ciertas manifestaciones del director deportivo Leonardo, de nada han convencido.