Escocia apenas había podido reordenarse en el campo luego del primer gol de Inglaterra, y los Tres Leones volvieron a golpear con otro tanto menos de tres minutos después. En ésta ocasión, fue por intermedio de su número 10, Jude Bellingham, quien aprovechó una desatención defensiva para mandarla al fondo de la red.

Una buena combinación de los ingleses por izquierda derivó en un centro de Trippier al segundo palo, y dos errores consecutivos de la defensa escocesa -el de Robertson mucho más grosero que el primero-, le dejaron la pelota servida al del Real Madrid para definir a placer.

Dentro del área, frente al arco, con la pelota mansa y sin oposición, Bellingham convirtió uno de los goles más sencillos de toda su carrera.

El gol de Inglaterra

Inglaterra se fue al descanso con esta ventaja, demostrando ser categóricos en las oportunidades, ya que el partido se jugó durante buena parte como quería Escocia. Aún así, los ingleses encontraron los goles y, de momento, Aaron Ramsdale ha tenido una tarde sumamente tranquila en la portería.