No hay dudas en que Lionel Messi, después de su embarazosa estadía en PSG, desea regresar al Fútbol Club Barcelona. El Blaugrana es su casa y la Ciudad Condal es en donde su familia se siente cómoda (de hecho, durante el semestre, cada vez que acumulaban algunas horas libres escapaban a su propiedad de Castelldefels). Pero lo cierto, es que todavía no están dadas las condiciones para que ambas partes sellen un acuerdo ni tampoco se vislumbra que las cuestiones financieras se puedan acomodar en un futuro inmediato.
Por eso, inevitablemente, el Campeón del Mundo mira las otras alternativas, dado que quiere resolver cuanto antes en dónde continuará su carrera post París Saint-Germain (quedará con el pase en su poder, oficialmente, el primero de julio próximo). En particular, la desorbitante propuesta del Al Hilal de la Liga Pro de Arabia Saudita, hasta entonces, la única concreta.
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Además, al Fútbol Club Barcelona (más allá de que los trascendidos que circulan en Cataluña intentan marcar que estaría todo bien) todavía no le llegó el visto bueno formal por parte de LaLiga sobre su proyecto de factibilidad económica (la entidad que regula la primera y segunda división del fútbol español pidió el 19 de mayo una prórroga de dos semanas para dar su respuesta).
8 de agosto del 2021. La última imagen de Lionel Messi en las instalaciones del FC Barcelona. Getty Images.
Con este escenario, la directiva del Barça cree que recién podría arrimar un ofrecimiento a mediados de julio, fecha para la que Lionel Messi, no solo que quiere tener determinada qué camiseta va a lucir en la próxima temporada -en lo ideal, en las siguientes dos-, sino en que país o ciudad va a vivir junto a su familia en los meses venideros.
Como si fuera poco, por si no quedó claro, tampoco existen certezas de que el 10, 15, 20 o más tardar el 30 de julio, el Barcelona cuente con el sustento pertinente para coordinar lo que sería el retorno. De ahí surgen mayormente las dudas del entorno del futbolista. Es decir, no es tanto el tiempo que podría demorarse, sino las altas chances de que el Barcelona nunca alcance la viabilidad que necesita para poner en funcionamiento la operación de la vuelta. Dado este marco, Arabia Saudita se frota las manos…