Phoenix Suns es la sorpresa absoluta e incuestionable de la burbuja de Orlando. Cuando todos, a estas alturas, ya lo daban eliminados de la lucha de playoffs, se mantienen como los únicos invictos en Disney con otra sólida victoria. Esta vez, el que los sufrió fue Indiana Pacers, quienes eran el otro equipo que todavía no conocían la derrota.  

La franquicia de Arizona puede aprovechar el mal momento de Memphis Grizzlies, quienes además perdieron a Jaren Jackson, y un nivel irregular de New Orleans Pelicans que otra vez cayeron, pero en esta oportunidad frente a Sacramento Kings. Pese a que parece complicado clasificarse a playoffs porque Portland Trail Blazers y San Antonio Spurs también acechan, nadie puede sacarles las esperanzas a los dirigidos por Monty Williams. 

 

En primer lugar, nada de esto sería posible sin Devin Booker. A sus 23 años se ha convertido en uno de los mejores jugadores de toda la liga y con claras intenciones de quedárselo todo en unos años. Además, muestra una experiencia y determinación en momentos importantes que están lejos de ser condecentes a su edad. El game-winner ante Los Angeles Clippers, sobre una estrella como Paul George, es otra muestra más de lo que usualmente se le vio en estos años. Ah, está promediando 28 puntos por juego en Orlando. 

Luego de un comienzo de temporada complicado para DeAndre Ayton por problemas extra-deportivos, el interno está volviendo a destacarse. Sus 23 puntos, 10 rebotes y 4 bloqueos en la victoria ante Inidiana Pacers dejan en evidencia su preponderancia en ofensiva, pero también el compromiso en la defensiva, punto que no es tan favorable para los Suns en general. No obstante, con su talla debe comenzar a ser un temor para los rivales y lo está comenzando a ser. 

 

 

Por último, en la NBA actual muchas veces parece ser una competencia de qué equipo le mete más puntos a otro. En ese aspecto, los jugadores de los Suns han subido sus promedios de anotación increíblemente. Por ejemplo, Ricky Rubio tiene promedios de 13,3, pero en la burbuja es de 16,5. Cameron Payne, de las grandes satisfacciones hasta el momento, pasó de 10,3 a 11,5, Cameron Johnson  hizo lo propio de 8,4 a 13,7 y Dario Saric creció notablemente desde los 10,3 a los 14,5.