Cuando LeBron James anunció su llegada a los Lakers hubo muchos sentimientos encontrados por parte ed la fanaticada más férrea del equipo, que nunca lo consideró una persona digna de su agrado.

Y es que, debido a la rivalidad - infundad por la prensa principalmente - entre James y Kobe Bryant, los angelinos claramente consideraban a James un personaje adverso que nunca jugaría para su franquicia.

No obstante, el Rey ha hecho méritos para ganarse el corazón de los fanáticos de púrpura y dorado desde su llegada, y esta campaña con un inicio de ensueño ha servido para limar las asperezas.

En este sentido, el número 23 conversó con el medio partidario Silver Screen & Roll para hablar sobre su experiencia en el Staples Center, comentando que está encantado de tener la oportunidad de jugar para los Lakers:

"Todo empieza conmigo y AD (Anthony Davis). Cómo pensamos dentro y fuera de la cancha, y luego pasa a todos los demás. Pero todos son unos MVP. Todos tienen un rol en el equipo y lo están aceptando y siendo MVPs en ese rol, así que no podemos pedirles más que eso. Soy un Laker. Definitivamente soy un Laker. Lo siento y estoy muy feliz de serlo", declaró James.

Gracias a su récord de 22-3, los angelinos tienen su mejor inicio de campaña desde 1985 y se han consolidado como el candidato principal a representar a la Conferencia Oeste en las Finales de la NBA.

James, por su parte, ha dado vuelta atrás las agujas del reloj con su forma de jugar desde el inicio de la campaña, promediando 25.8 puntos, 7.0 rebotes, 2.1 triples y 10.8 asistencias, el promedio más alto de la liga.