Chris Paul llegó a Houston Rockets en el 2017 en un traspaso en el que la franquicia de Texas cedió a Sam Dekker, Lou Williams, Patrick Beverley y una primera ronda del draft del 2018 con destino hacia Los Angeles Clippers. En un movimiento que podía resultar algo arriesgado por todo lo que estaban dando, lo cierto es que en la primera temporada NBA dio resultado. 

Los Rockets obtuvieron el impacto que necesitaban en la primera temporada y llegaron hasta las Finales de la Conferencia Oeste de la NBA. Con el guardia lesionado, Golden State Warriors tuvo que luchar, pero se impuso en siete juegos. Las sensaciones que quedaron después de ese partido, era que con CP3 las cosas podrían haber sido distintas. 

En la temporada baja siguiente, Daryl Morey le dio al veterano lo que pedía: cuatro años y 160 millones de dólares. ¿Cuál era el problema? Chris Paul ya no era un joven, sino que se trataba de un jugador de 33 años. Encima, el nivel de Paul bajó considerablemente, se peleó con James Harden -número uno de Houston- y aquel contrato máximo se convirtió en uno de los más tóxicos de toda la NBA

La furia del dueño de Houston Rockets

Tilman Fertitta, propietario de la franquicia, creía que aquel contrato era tan nocivo que, según las revelaciones recientes de ESPN, lo catalogó como algo nunca antes visto y no solamente de la NBA, sino también en general: “El contrato de Chris Paul era el peor que había visto en los negocios o los deportes”. 

La llegada de Russell Westbrook: 

Chris Paul terminó saliendo de Houston Rockets hacia Oklahoma City Thunder en el 2019, en un traspaso en el que la franquicia adquirió a Russell Westbrook. Según las informaciones, Fertitta fue el que forzó ese intercambio por considerar a CP3 mucho más pagado que lo debido. De hecho, es probable que ahora Westbrook sea el próximo en salir.