“Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona”, dictaba el comunicado que rompía con la mejor relación vista en la historia del Camp Nou. El 5 de agosto no es una fecha más para culés luego de que lo que significó un divorcio sin precedentes en la ciudad condal y en un futbolista que cambió para siempre la historia de un club que todavía le extraña. Primer año sin La Pulga por Cataluña.
El drama fue enorme, inesperado y un duro golpe a una afición que 12 meses atrás perdía 8-2 con Bayern de Múnich en el comienzo del fin. Lo que empezó como un rumor se transformó en realidad, Barcelona no tenia dinero para renovar a Messi y Joan Laporta cerraba la puerta a cualquier continuidad del argentino por su casa. 20 años de éxitos para ambas partes se veían cortados de lleno.
Los 672 goles del argentino se iban por un total de cero de euros, así como las 305 asistencias con las que ayudó a los suyos a levantar hasta 35 títulos en la época más gloriosa de la entidad culé. Nada volvió a ser como antes para ambos y si bien Laporta declara a los cuatro vientos que buscará su regreso, este todavía tiene muchas aristas por resolver.
“En estos días estuve pensando en qué podía decir. Es muy difícil esto para mí. Tantos años, hacer mi vida acá. No estaba preparado. Estaba convencido en que iba a seguir acá, en nuestra casa. Era lo que más queríamos. Siempre priorizamos la vida en Barcelona”, fue una de las últimas frases del 10 antes de declarar por última vez cómo jugador del equipo Culé y poner rumbo al club que ahora disfruta de sus servicios.
Divorcio sin precedentes
Cuesta decir que alguien ganó con la ruptura entre Messi y Barcelona. De un lado la UEFA Champions League (principal motivo que llevó a Lionel a Francia) sigue sin ser posible, mientras que del otro tienen que vender parte de sus activos para poder competir al mismo tiempo que Real Madrid gana Copas de Europa. A todo esto se le suman los cientos de millones que Lionel mueve por si solo y que salvo un giro de 180 grados propio de esta novela, no regresarán al Camp Nou.
No hubo títulos en Barcelona desde ese 5 de agosto y por Paris apenas los de Supercopa o Ligue 1. Nadie ha mostrados su mejor versión desde entonces e incluso por medio de comunicados o familiares, critican a la contraparte con frases que incluyen palabras como ‘traición’ o ‘engaño’. La familia de Lionel, ‘harta’ de Laporta en todo sentido.
Todavía no se han medido y habrá que ver si esto ocurre, pero a un año del divorcio más caro de la historia las conclusiones son más que apreciables. Barcelona perdió dinero, prestigio y a la máxima estrella en sus 122 años de historia. Messi se quedó sin el calor de su hogar, sin la camiseta que mejor le queda y sin un equipo hecho a su medida. El tiempo dirá si en 2023 pueden reencontrarse, pero a 12 meses del adiós más doloroso para los culés, la salida de Lionel del Camp Nou puede concebirse como el divorcio más caro de la historia del fútbol.
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