Matías Rojas presiona para salir de Corinthians y en Boca lo esperan

Hace tiempo que Boca quiere a Matías Rojas. Cuando estaba en Racing, desde el club de la Ribera hicieron saber su intención de contar con él, pero el destino lo llevó a Corinthians a mediados de 2023. Su primer semestre en el Timao no fue para nada bueno tanto en lo deportivo como en la relación con la dirigencia, por tal motivo, Rojas quiere salir de Brasil y en Boca lo esperan.

En total fueron 20 partidos los que jugó Rojas con la camiseta de Corinthians en su primer semestre en el club, no marcó goles y brindó dos asistencias. Más allá de lo deportivo, el futbolista paraguayo le reclama al gigante de San Pablo que le pague una deuda que mantiene con él y por otro lado los derechos de imagen de un videojuego. Con este panorama, pensar en que Rojas continúe en Corinthians es casi imposible.

La llegada de Garro, todo un indicio

En las últimas horas, Corinthians cerró la llegada de Rodrigo Garro, el muy buen volante que se venía desempeñando en Talleres. Los brasileños pagaron unos 5 millones de dólares por Garro y su llegada es todo un indicio que no contarán con Rojas para 2024. El Timao se movió rápido y concretó el arribo de uno de los jugadores más deseados del fútbol argentino del último año.

Boca espera a Matías Rojas

Conociendo el conflicto entre el volante paraguayo y Corinthians, Boca sabe muy bien que lo único que tiene que hacer es esperar a que se destrabe el mismo. Lógicamente tiene que preparar el terreno óptimo para que cuando se concrete la salida de Rojas del club paulista, tener todo listo para ofrecerle un buen contrato al jugador y poder quedárselo. Seguramente haya otros clubes interesados en el jugador y Boca no debe perder la oportunidad.

¿Sería una traición a Racing?

Es cierto que Matías Rojas mostró su mejor nivel en la Academia, pero la relación entre el jugador y los dirigentes llegó a un punto de no retorno, por lo que Racing ni siquiera estaría en el radar del futbolista ante una salida de Corinthians. No es la primera vez que la dirigencia del club de Avellaneda tiene conflictos con un jugador, por lo que será algo a modificar.