Tres Champions League, tres Mundiales de Clubes, diez títulos de La Liga. De 2004 a 2015 Barcelona fue quizás uno de los mejores equipos del Mundo. Con la escuela de Guardiola, La Masía como una fabrica de cracks y un Lionel Messi que se acalambraba de sólo levantar copas. Pero los tiempos han cambiado, La Pulga armó las valijas y el Barsa, que venía a los tumbos, ya está en caída libre.
Atrás quedaron los equipos gloriosos, el juego bonito de Pep y la magia de Lionel. Este miércoles 8 de diciembre, en Barcelona terminó de caer la ficha: hay que hacer una reconstrucción. Con cuatro centrales en la defensa y un Bayern Múnich ampliamente superior, los culés vendieron su estilo y se marcharán por la puerta de atrás luego de 17 ediciones.
Barcelona y una misión imposible: superar la partida de Lionel Messi
¿Con el argentino todo marchaba excelente en Barcelona? Lejos de ello, pero las genialidades del 10 muchas veces opacaban los defectos que había en el juego colectivo. Para tomar dimensión, con La Pulga en el club, el conjunto culé clasificó a octavos en las 17 oportunidades que ingresó a la Champions. ¿Sin él? Una jugada, una partida en fase de grupos.
Con Messi, los españoles hicieron grandes Champions: campeones en 2005/06, 2008/2009, 2010/11 y 2014/15; semifinalistas en las ediciones 2001/02, 2007/08, 2009/10, 2011/12, 2012/13 y 2018/19; cuartos de final en 2002/03, 2013/14, 2015/16, 2016/17, 2017/18 y 2019/20; y octavos de final en 2004/05, 2006/07 y 2020/21.
La llegada de Xavi, la esperanza de un cambio
Sólo por Xavi, los barcelonistas mantienen viva la esperanza. Como así también Messi, un culé más, que opinó en diálogo con Marca: “Puede aportar muchísimo. Es un entrenador que sabe muchísimo, conoce la casa a la perfección y ha vivido desde pequeño en Barcelona. Con él, el equipo va a crecer mucho. No tengo ninguna duda”.
Con La Pulga lejos, Xavi vino a rescatar a su club. El DT agarró un equipo golpeado y en caída libre, pero tiene la espalda necesaria para crear un proyecto y sacar al Barsa del pozo en el que se encuentra. No funcionó su plan de emergencia ante el Bayern y le costó irse por la puerta de atrás en la Champions, pero tiene el apoyo de la gente.
“Para qué pensar en un escenario negativo cuando se puede pensar en un escenario positivo. El Barsa no está en un momento para sacar pecho, pero tenemos que ser positivos y valientes”, declaró Xavi previo a su debut por la Orejona. Y con esa filosofía continuará: positivos y valientes, creyendo en el trabajo y reconstruyendo una institución muy golpeada.
