A Lionel Messi le queda solo un mes de contrato con PSG y será una vez que ese vínculo expire, tal y como dijo su padre, que decidirá cuál es la mejor opción para su futuro. Si solo se tratara del corazón, no hay mucho que pensar. De hecho, en los últimos días la prensa española avanzó que ya hizo la preinscripción de su hijos en un colegio de Barcelona.
Si el regreso del capitán de la Selección Argentina se frustrara, tendrá que ver con una cuestión económica que escape a él y que más bien tendrá que ver con si el equipo culé estará o no en condiciones de contratarlo sin exceder los límites del Fair Play financiero.
Barcelona redujo considerablemente su masa salarial con las salidas de Sergio Busquets y Jordi Alba a final de temporada. El problema es que Messi no es el único refuerzo que necesita Xavi Hernández, quien ya pidió precisamente un lateral por izquierda y un mediocampista central.
Para no correr riesgos, el presidente Joan Laporta ya dio una orden precisa. Más allá de las necesidades de la plantilla, de los puestos concretos en los que se necesite la llegada de refuerzos, dar con el fichaje del crack argentino debe ser la prioridad económica.
Esta urgencia también responde al temor que existe en el club de que otro equipo pueda acelerar en las negociaciones y llevarse a Lionel Messi. De todos modos, en Barcelona confían en que no negociará con nadie antes de evaluar la opción concreta de regresar.