Julián Álvarez y el Cholo Simeone. Una dupla explosiva que tiene el Atlético de Madrid y que hace sacudir la liga de España, la Champions League y cualquier torneo que disputen. En este nivel, yo no tengo dudas: Julián puede ser nuestro Messi en el Mundial de Norteamérica en 2026.

El delantero del Atleti está angelado, en modo futbol total. Mete goles de tiro libre, pica los penales, patea los córners y les hace meter goles a sus compañeros, da asistencias desbordando por las bandas, moja metiendo paredes y de goleador a la vez, hace jugar al equipo, presiona. Bueno, en fin, hace de todo.

Julián está en el mejor momento de su carrera, y en gran parte se lo debe al trabajo del Cholo Simeone. Muchas veces catalogado como conservador, Simeone se convirtió en el técnico más ofensivo del mundo. 5 goles en Champions, 5 al Real Madrid, 3 al Rayo Vallecano la semana pasada. 13 goles en total en una misma semana. Y eso, sin retroceder tanto a series en el pasado reciente.

Es verdad que le ha tocado perder mucho últimamente, pero el Cholo transformó al Atlético de Madrid en el equipo más divertido de ver. Más que Barcelona, Real Madrid, Manchester City o el Arsenal, que tanto adulan los fanáticos de la posesión.

Ahora, me pregunto: ¿Dónde están aquellos que decían que Julián Álvarez no rendía con el Cholo? Los que decían que Simeone le iba a arruinar la carrera y que no le encontraba el puesto y que el delantero ya se quería ir del Atleti. Nada de eso pasó. Simeone sacó la mejor versión de Julián Álvarez y nos lo va a dejar a punto caramelo para que sea la estrella de la Selección Argentina en la próxima Copa del Mundo.