Boca debía ganar o ganar si quería seguir con vida en la Copa Libertadores. Y desde el minuto 1 salió con intenciones de hacer propio el partido. Siguiendo con lo que son los últimos partidos del Xeneize, donde cumplieron con la premisa de la idea de juego de Sebastián Battaglia: pensar en el arco de enfrente y ser protagonistas.

Con una intensidad marcada y una enorme cantidad de situaciones de peligro creadas, el equipo de la Ribera jugó un verdadero partidazo pero no se le daba en el resultado ante la falta de eficacia al arco de Deportivo Cali, yéndose así al descanso con un 0 a 0 en el que Boca tuvo un 70% de la posesión y 12 remates producidos.

En el complemento, los de Brandsen 805 salieron con la misma voluntad y el mismo fútbol y quien más había generado situaciones fue quien puso el gol de la victoria, siendo este Alan Varela. El juvenil se cansó de patear desde afuera del área en los primeros 45 minutos y no tuvo éxito, pero en la primera que tuvo en la segunda parte, la mandó a guardar y rompió en llanto al ser éste su estreno en la red como profesional.

Boca fue ampliamente superior a los colombianos en los 90 minutos y el resultado le quedó corto con el 1 a 0 final. Pero lo importante fue el haber logrado el objetivo y con creces: ganar para clasificar.

De yapa, el Xeneize no solo logró el pase a octavos, sino que también se vio beneficiado por el empate en Brasil entre Corinthians y Always Ready, ya que con esa paridad, Boca llegó al primer puesto de su grupo y se consolidó como un cabeza de serie en la fase de eliminatorias, evitando rivales complejos en la primera rueda como Flamengo, Atlético Mineiro, Palmeiras y River. Copa de la Liga ganada y pase a octavos como puntero de grupo, el semestre de Boca terminó siendo más que positivo bajo las órdenes de Battaglia.