Resulta muy difícil encontrarle identidad a un equipo en el corto plazo. Pero para Ricardo Zielinski esto fue pan comido en Estudiantes, ya que en menos de dos años, logró transformar al conjunto de La Plata de un equipo que no competía hace varias temporadas a volver a estar peleando en el ámbito local y en la Libertadores, ya que el Pincha integra el grupo más parejo de esta copa junto con Vélez, Nacional y RB Bragantino.

Todo esto, claro está, con un estilo de juego propio que cuadra con la filosofía histórica del club y con la metodología de trabajo desde que Zielinski es entrenador, por lo que la sociedad entre el Ruso y Estudiantes es muy próspera y en los resultados se nota.

En esta tercera fecha de la Copa Libertadores, el León debía recibir al Bragantino, equipo que llegaba con los mismos puntos que Estudiantes y quien ganase iba a asegurarse el primer puesto del grupo hasta la próxima jornada como mínimo, además de encaminar su clasificación a octavos de final al ya haber transcurrido la mitad de la fase de grupos.

Y en este contexto, se dio el encuentro entre los de La Plata y los de Brasil en el Estadio UNO y fueron los locales los victoriosos con un sólido 2 a 0, gracias a una sobria actuación de todo el equipo rojiblanco en general.

Los goles los hicieron Agustín Rogel, quien llegó a su cuarto tanto en esta Copa Libertadores (contando las prefases) siendo así uno de los goleadores de esta edición siendo defensor; y Mauro Boselli, delantero que entró en la historia con esta conversión al ser alcanzar a Juan Ramón Verón como el máximo anotador histórico de Estudiantes en la Copa Libertadores con 13 goles.

Así, el Pincha llegó a las 7 unidades y es líder absoluto del grupo C. De la mano de Ricardo Zielinski, Estudiantes va poco a poco sacando su chapa histórica en la copa y se perfila como un duro rival a vencer, que incluso puede ir colándose poco a poco entre los candidatos.