A lo largo de su historia, Boca nutrió el plantel profesional con jugadores surgidos de las divisiones inferiores, que le han dado rédito con el correr de los años. A pesar de esto, muchos otros futbolistas quedaron en el camino, por lo que tuvieron que seguir su carrera en otra parte.
Lisandro Mercuri es uno de los que entra en el segundo grupo. El lateral derecho categoría 2001, llegó a debutar en la Reserva y a entrenar con el primer equipo, pero tras no firmar su primer contrato como profesional, quedó el libertad de acción y siguió su carrera en el ascenso argentino.
En diálogo con Bolavip, el actual futbolista de Puerto Nuevo hizo un recorrido sobre su carrera, en la que logró el ascenso con CADU a la Primera Nacional con Mostaza Merlo como DT. Además, se refirió al mal momento que pasó, en el que pensó en dejar la actividad.
Los inicios en Boca
A los 13 años, tras pasar una serie de pruebas en el club, Mercuri quedó fichado para iniciar su camino en las divisiones inferiores en la novena división. Los primeros meses viajó todos los días desde su Campana natal, hasta que finalmente consiguió un lugar para vivir en la pensión del club.
-¿Cómo viviste el cambio de irte de Campana a la pensión de Boca?
-Al principio cuesta, y más cuando sos chico. Al principio cuesta, pero por ahí no lo asimilás tanto. Yo no lo asimilé tanto, pero bueno, en ese momento costó al principio y después me fui soltando. La verdad es que vivir en la pensión fue algo hermoso. Te acogen bien, te siguen de la mejor manera y se te hace más llevadero el día a día.
-Además te tocó jugar con una buena camada en la 2001 y llegaste a ser capitán…
-Sí, la verdad que sí. El Pola Aranda, Alvariño, Duarte, Taborda, Cortés, Velurtas. Lastra era el arquero, después estaban Ramiro García también, Facu Sánchez, Lea Pereira, había un montón de buenos jugadores.
Además, a lo largo de este paso por las inferiores de Boca, participó en diferentes torneos internacionales, y con la categoría 2001 se consagraron campeones de dos torneos disputados en China.
Lisandro Mercuri ganó dos torneos en China.
-¿Cómo vivieron los campeonatos internacionales?
-Fue una locura. Al principio no lo asimilás, yo no lo asimilaba. Ahora que estoy más o menos lejos de ese mundo tomé dimensión de lo que era. La verdad fue increíble por el simple hecho de viajar tan lejos que casi acá en Argentina nadie se imagina ir para esos lados. La verdad que conocer otra cultura fue hermoso. El torneo fue muy bien organizado, muy profesional y creo que fuimos los ganadores. En 2018 le ganamos la final a Valencia, mientras que en 2019 creo que fuimos dos veces. El primero perdimos en semifinales contra el PSV. Jugamos por el cuarto puesto y lo perdimos contra el Nacional. Y después fuimos otra vez y ese sí, ya salimos campeones. Le ganamos la final al Santos 2-0. Una locura vivir todo eso.
-¿Después de estos torneos te subieron a Reserva?
-Cuando salimos campeones en sexta con Bracamonte para arrancar quinta del año 2019, me llaman con otros chicos 2001 también a hacer pretemporada con reserva, con el flaco Schiavi. Hice pretemporada, pude debutar en Reserva y de ahí me quedé con el plantel de Reserva entrenando pero bueno a veces me bajaban al Chelo Weigandt y yo no jugaba o jugaba otro compañero.
-En Reserva compartiste plantel con Barco y Fabra…
-Con el Colito Barco también tuvimos la pensión. Compartimos mucho tanto futbolísticamente como personalmente, la verdad que es un tipazo si lo conocés bien es un tipazo. Por ahí viste que decían que era medio sobrador y esas cosas, pero lo tenés que conocer. Cuando los conocés puertas adentro te das cuenta que es buena persona, que es un tipazo y la verdad con él tengo los mejores recuerdos. Después con Frank jugamos un partido con Godoy Cruz, cuando él estaba volviendo de la lesión que me tocó ser titular y se notaba de lejos la calidad que tenía. Estaba volviendo de la lesión y parecía que jugaba en el aire, la verdad que ahí te das cuenta que están por ahí un escalón más arriba.
Lisandro Mercuri junto a Frank Fabra.
-Después de la pandemia te subieron a Primera…
-A nosotros a veces nos llamaban para entrenar con Primera División, que le faltaba algún defensor para hacer algún trabajo específico o había jugadores que habían jugado el partido e iban a ser regenerativos y los otros chicos necesitaban entrenar o hacer algo más fuerte y nos llamaban a nosotros para entrenar con ellos, para darle una mano. Entrenar con Primera era ya desde que entraba al vestuario, porque también nos cambiamos de vestuario con ellos, todo como era un jugador de primera normal. Era una locura.
En 2021, luego de la eliminación de Boca en la Copa Libertadores a manos de Atlético Mineiro, el Xeneize tuvo que jugar dos partidos con juveniles de las inferiores, debido a que el primer equipo tuvo que estar en cuarenta por regresar de Brasil. En ese momento, se rumoreó que Mercuri iba a ser titular.
-¿Estuviste cerca de debutar en Primera?
–No, la verdad que eso fue una situación medio confusa. En ese momento no estaba entrenando con el plantel de Reserva, me habían bajado cuarta. Estaba durmiendo la siesta, me levanto, tenía un montón de mensajes y cuando me di cuenta el porqué la verdad me pareció raro porque era obvio que por ahí yo no iba a jugar. Me pareció muy raro que yo aparezca ahí en ese equipo. Yo no tenía nada que ver, no sé qué habrá pasado ahí, no sé si se había traspapelado, si alguien hizo una formación y me incluyó por agarrar la formación de la temporada 2019-2020.
A fines de 2021, el lateral derecho quedó en libertad de acción debido a que no firmó su primer contrato. El encargado de informarle que Boca no lo iba a tener en cuenta fue Chicho Serna, uno de los integrantes del Consejo de Fútbol.
-¿Cómo se da tu salida de Boca?
–A mitad de 2021 se me acercó Chicho Serna y me dijo que ya empiece a ver otros clubes, otras opciones. La verdad me pareció muy sincero de su parte que te diga eso, para poder sentar cabezas y pensar fuera de lo que era Boca. En ese sentido lo agradezco porque capaz que lo necesitaba como para poder ya abrir la cabeza y buscar otro rumbo. La verdad que en ese momento se encargó mi representante de manejar todo lo que era la salida.
-¿Chicho fue el único que se te acercó para decirte que busques club o te habló alguien más de la dirigencia?
-Con la dirigencia no tuve casi diálogo. En ese momento se manejó mi representante. A mí se me acercó Chicho Serna porque por ahí teníamos un poco más de confianza porque estábamos en cuarta con el hijo, con Lucas. Nos llevábamos bien y se me acercó, creo que más de confianza, de estar el día a día, pero con la la dirigencia no hablé mucho.
La llegada a CADU y el ascenso histórico
Tras su salida de Boca, Mercuri emprendió una nueva experiencia en su carrera al convertirse en nuevo refuerzo del Club Atlético Defensores Unidos de Zárate, equipo con el que logró el ascenso de la Primera B Metropolitana a la Primera Nacional con Mostaza Merlo como DT.
Lisandro Mercuri en su paso por CADU.
-¿Cómo se da la llegada a CADU?
-Lo de CADU se da porque yo soy de acá, de la ciudad, estamos cerca. Mi viejo tenía conocidos ahí en el club y acercó mi video, les dijo que por ahí iba a quedar libre, ellos se interesaron y me ofrecieron un contrato para ficharme. Me decidí por el CADU también porque asumió Mostaza Merlo de técnico y era una buena oportunidad con un gran DT que tuvo mucha carrera en el fútbol argentino y era muy lindo ver cómo se podía desarrollar ese año, que iba aprender un montón y así fue.
-¿Cómo era Mostaza como DT?
-Era medio enojón, medio rezongón pero, la verdad que bastante bien. Me ayudó mucho cuando me tocó debutar y me dio confianza con 20 años. Algunos piensan que mucho, otros piensan que es poco, pero bueno, si no estás preparado para una Primera División te lo hacen saber, te chocas contra la pared. Él y mis compañeros me dieron la confianza, pude sumar bastantes minutos e ir al banco y estar en el plantel que ascendió.
-¿Cómo viviste el ascenso histórico?
-Ahora cuando pasa el tiempo recién asimilás que es lo que pasa. En ese momento no caía, no caíamos todos y bueno, tengo un compañero, lo escucho decir que recién íbamos a caer cuando nos vayamos acá del CADU en uno o dos años, que fue algo increíble, algo de una locura total, algo histórico para la ciudad. Ahora miro los videos y me acuerdo de las cosas y la verdad que fue increíble, la verdad fue una locura.
La salida del CADU y el mal momento de su carrera
Después de concretar el ascenso, Mercuri decidió dar un paso al costado y marcharse del CADU debido a que el entrenador no lo iba a tener en cuenta. Como consecuencia de esto, entró en un mal momento de su carrera, en el que pensó en largar todo.
-¿Por qué te fuiste del CADU?
-Lo que pasó en el Cadu fue que cuando se va Mostaza Merlo asume de interino, el técnico que estaba en Reserva, y por ahí no teníamos la mejor relación. Yo siento que por ahí él se manejó mal conmigo en un momento puntual. Decidieron que no me iban a tener en cuenta para la Primera Nacional. Hablé para rescindir y me fui en buenos términos.
-¿Por qué crees que se manejó mal?
-Pienso que por ahí se manejó mal conmigo en un momento, de decirme una cosa y hacer otra en algo puntual y eso por ahí me molestó.
-¿Fue un golpe duro tu salida de CADU?
–Yo rescindí y en ese momento tuve un bajón anímico muy grande, que la verdad hasta me llegué a replantear si quería seguir jugando. Tuve la posibilidad de ir a varios clubes, pero mi cabeza en ese momento estaba en otro lado, estaba negado a seguir jugando. Después tuve una conversación con mi viejo y me hizo sentar cabeza. En ese momento por ahí no había muchas opciones por la fecha. Me llamó un representante y me dijo que me había ofrecido para ir a Sporting de Punta Alta, que jugaba la Liga del Sur, había cercanía con el Federal, que me iban a estar mirando. Por la fecha y por lo que habían ofrecido de sueldo, casa y la comida me servía, me cerraba por todos lados y me hizo bien salir de casa y me fui para allá.
-¿Cómo fue el bajón anímico? ¿Llegaste a replantear dejar de jugar al fútbol teniendo 21-22 años?
-Sí. Pasa que vos jugando por ahí, cuando estás muy arriba, es más fuerte la caída. A mí me pasó eso de estar en Boca y después bajar al CADU. No digo bajar, sino ir a un club profesional pero bueno, de una B Metropolitana en ese momento, sin sacarle mérito al CADU que la verdad 10 puntos, y después de ahí volver a rescindir otra vez, quedarte sin club. Como que en un momento pensé que por ahí el fútbol no era para mí y nada más que eso. Es un pensamiento de pibe, de cuando las cosas no salen, ya querer sacar todo y tirar toda la basura, todo el esfuerzo que hice y después la charla con mi viejo, que me hizo sentar cabeza, me di cuenta de que tenía seguir intentándolo a pesar de todo.
–Desde que te agarraste el bajón anímico hasta la charla con tu viejo. ¿Cuánto tiempo pasó y qué es lo que hiciste durante ese tiempo?
-Yo soy una persona muy tranquila que por ahí la gente no ve cuando la estoy pasando mal y esas cosas. A mí me salvó mucho mi novia, me juntaba mucho con mis amigos, pasaba tiempo en familia, alejado del fútbol. Pero sí, en ese momento hasta no llegaba a ir a jugar los fútbol 5, los fútbol 7 que me invitaban. No iba porque sentía como que ya estaba, porque el fútbol no era para mí.
-¿Cómo se dio la charla con tu papá?
-Creo que se dio sola la charla porque bueno, era enero, mitad de enero y me preguntó qué iba a hacer de mi vida, si me iba a dedicar a estudiar, si iba a seguir jugando, que la verdad que él me apoyaba de las dos formas, que le diga más que nada como para ver qué rumbo iba a tomar mi vida, a qué apuntaba. Me hizo entender que por ahí lo mío era jugar al fútbol más que estudiar.
La vuelta al fútbol y su actualidad
Luego de la charla con su papá, Mercuri decidió volver a intentarlo con el fútbol. Para eso, partió rumbo a Punta Alta para jugar con la camiseta de Sporting, uno de los equipos más importantes de la Liga del Sur. Allí permaneció durante dos años, hasta que regresó a Puerto Nuevo, su actual club, donde también estudia para ser entrenador.
Lisandro Mercuri en Sporting de Punta Alta.
-¿Cómo fue irte a Punta Alta para jugar con Sporting?
-Fui pensando una cosa y cuando llegué me encontré otra cosa completamente diferente, pero para bien, no para mal. Todo fue súper profesional, desde el vestuario hasta el lugar donde me quedé y la verdad lo que más me impresionó fue la cancha, lo que era, cómo se manejaban, lo que era el vestuario que la verdad me sorprendió, tenía hasta jacuzzi. Fui pensando una cosa y encontré otra cosa para bien porque me hizo mejorar, me hizo saber que tenía que estar preparado también.
-¿Qué pasó qué te fuiste antes de terminar el Regional con Sporting?
-En ese momento había tomado la decisión, ya que quería unos días de descanso antes de tratar de conseguir un club acá cerca de mi casa. Como en el Regional tenían que jugar y quedarse hasta enero y yo quería conseguir un club ya para arrancar pretemporada, que acá arrancan el 3 o 4 de enero, necesitaba estar por ahí unos días de descanso y prepararme bien.
-¿Cómo se da para llegar a Puerto Nuevo?
-Yo hice acá infantiles en Puerto. Ya había tenido un sondeo como para volver, pero después por otras circunstancias no fui. Este año tuve la suerte de hacer el contacto con el técnico, que la verdad me recibió muy bien, confió en mí y la verdad estoy agradecido porque me dio la posibilidad de reinsertarme en una categoría profesional.
Lisandro Mercuri en Puerto Nuevo.
-A pesar de tener contrato profesional, ¿Estás estudiando o trabajando de otra cosa?
-Estoy haciendo el curso de técnico y estoy laburando en infantiles de Villa Dálmine. Me dieron la categoría 2012 de formativas. Estoy laburando con mi viejo también, que me sirve para aprender, tener experiencia en lo que es manejo de grupo, en ser director técnico, así que estoy al 100% con el fútbol. Pasé de estar bajoneado a meterle casi un 100 % ahora. Fue un gran cambio.
