La Roma de José Mourinho no la había pasado nada bien durante su visita a los Países Bajos bajo la órbita del partido de ida de los cuartos de final de la presente temporada de la UEFA Europa League. De hecho, sufrió una derrota por 1-0.

En medio de ese panorama, este jueves, el equipo de la capital italiana salió al campo de juego del Estadio Olímpico de Roma con la obligación de cosechar una victoria para seguir soñando con la clasificación hacia la próxima instancia.

Y la ventaja fue encontada recién a los 15 minutos de la etapa complementaria por intermedio de Leonardo Spinazzola. Pero, cuando la historia parecía encaminarse, Igor Paixao apareció en escena para poner el 1-1. Baldazo de agua fría.

Allí fue cuando, en medio de una gran desesperación, Roma fue con todo buscando una nueva ventaja. Y quien le dio vida a los anfitriones no fue otro que Paulo Dybala, que llegó a este juego entre algodones e ingresó en el segundo tiempo.

A los 44 minutos del segundo tiempo, el campeón del mundo con la Selección Argentina recibió una pelota, se despachó con un giro extraordinario y definió con toda la clase del mundo para poner el 2-1 que derivó en el tiempo suplementario.