Corrían 40 minutos del primer tiempo. Argentina estaba bien parada en la cancha, incomodando a una Suecia que aplicaba faltas en el medio para intentar frenar a un equipo que -con recaudos- intentaba asociarse. En esa búsqueda, Florencia Bonsegundo era la abanderada, jugando hasta allí lo que era su mejor partido en este Mundial. Pero llegó un momento clave, una lesión inesperada y su salida en camilla.

Interceptada por Hanna Benninson, aunque sin contacto por abajo, la cordobesa intentó hacer la pausa para no ir al choque y allí fue que su rodilla hizo un movimiento inconveniente. Automáticamente quedó tendida en el suelo, tomándose el rostro y fue su compañera Camila Gómez Ares la que inmediatamente miró hacia el banco y anunció lo tan temido: no va más.

Luego de ser trasladada en camilla al vestuario -y en pleno y lógico llanto- para ser revisada por el cuerpo médico, la jugadora regresó al banco de suplentes con sus compañeras pero luciendo una férula que le inmovilizó toda la pierna izquierda.

Banini consuela a Bonsegundo. FOTO FIFA.

Banini consuela a Bonsegundo. FOTO FIFA.

Por el momento se desconoce el grado de lesión de la delantera del Madrid CFF ya que Argentina finalizó el partido con Suecia en la noche de Hamilton y es por eso que le realizarán estudios en Nueva Zelanda antes del regreso, que será el próximo miércoles 6 de agosto. También deberán resolver si la jugadora regresará al país o viajará directamente a España para ser revisada por los médicos de su club.

“No queremos anticipar nada, esperemos que lo de Flor no sea nada”, dijo Germán Portanova en la conferencia de prensa luego de la eliminación.