El contexto no era para nada favorable: tardaron casi tres días en arribar a Japón, lo hicieron con un plantel diezmado y salieron a la cancha buscando dejar una buena impresión. Pero Japón no perdonó y le propinó al equipo nacional femenino una goleada de esas que duelen e impactan por la cifra: fue 8-0 en un partido que se disputó en Fukuoka, en la medianoche argentina.

PRENSA AFA

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Para este partido, Germán Portanova no pudo contar con las jugadoras de Boca, que -con las incorporaciones que realizó en el último mercado de pases- se quedó con gran parte de las titulares albicelestes: a Laurina Oliveros, Julieta Cruz y Myriam Mayorga se le sumaron Camila Gómez Ares y Eliana Stábile. Estas bajas, sumadas a las consumadas tras el Mundial (la salida de Florencia Bonsegundo y Estefanía Banini) y las lesiones (Milagros Martín, Marina Delgado) fueron un duro golpe para el equipo.

La reconstrucción

El partido con Japón fue el primero del equipo en esta nueva etapa, un proceso que comienza con los Juegos Panamericanos en la mira (Argentina busca revalidar su medalla de plata obtenida en Lima 2019), la Copa de Oro Concacaf que se disputará el año próximo y luego la Copa América. El comienzo, claro, no es para nada el esperado, más allá de jugar con una potencia que venció nada menos que a España, campeón del Mundo, por 4 a 0 cuando se enfrentaron en la zona de grupos durante el Mundial.

El partido

Argentina recibió el primer cachetazo a los 2 minutos de partido: un error de Aldana Cometti en la puerta del área le permitió a Mina Tanaka quedar mano a mano con Vanina Correa y convertir el 1-0. Desde ese momento fue todo cuesta arriba: el equipo nunca pudo hacer pie, generar juego asociado y los goles fueron llegando uno tras otro. Ocho minutos después de la apertura del marcador, un empujón de Cometti se convirtió en penal que concretó Yui Hasegawa y que correa llegó a rozar. Después, tuvo una gran atajada la arquera de Rosario Central, de buenas intervenciones.

El equipo nacional apenas pudo llegar a tres cuartos de cancha pero le costó encontrar la pelota y avanzar en el campo. Japón, con su estilo practico y veloz, se aprovechó de cada espacio cedido. El tercero llegó de cabeza, con una Hana Takahashi que se metió entre las dos centrales y aprovechó el centro preciso a los 25. No fue el último en el primer tiempo: a los 39, Yui Hasegawa, una vez más ingresando por el carril central, sin nadie que le haga frente.

Ya en el segundo tiempo, Portanova movió el equipo, ingresaron Nerea Agüero, Chiara Singarella y Catalina Primo para intentar tener algo más el balón. Pero el equipo local recuperaba demasiado rápido y siguió probando para aumentar: a los 61 llegó el grito de Kiko Seike, definiendo casi desde el punto penal; a los 66, un pelotazo largo de Hina Sugita fue el sexto; a los 80 llegó otro penal que convirtió Riko Ueki y cerró el 8-0 a los 90 Kiko Seike por arriba de Correa. Durísimo.

Las respuestas

¿Por qué Argentina fue a Japón con un plantel incompleto? La Selección fue invitada a disputar el partido durante el Mundial, aceptando de esta manera las condiciones del país organizador del amistoso y de la FIFA (fechas de viaje, pasajes, escalas). En estos casos, cancelar el viaje puede sentar un precedente negativo a futuro. Ya que para Japón implicaba, además de perder lo vendido para el partido de Argentina, quedarse sin rival y, obviamente, tachar a la AFA para futuros cruces.

Para Argentina, que ahora disputará contra Japón un segundo partido no oficial el día 26 -un entrenamiento de fútbol-, no aprovechar la fecha FIFA también hubiese sido una complicación. Argentina necesita competir, más allá de los rivales y las condiciones en las que pueda hacerlo. Para Portanova significó poder contar con algunas de las jugadoras jóvenes que comenzarán a ser parte de las citaciones.

Paulina Gramaglia y Dalila Ippolito ya estuvieron en el Mundial y fueron titulares en suelo nipón; Chiara Singarella ingresó en el segundo tiempo. Catalina Roggerone también se sumó, junto con Maricel Pereyra (21). En el camino quedaron Milagros Martín (lesión) y Sofía Domínguez, quien viajó a Uruguay por el torneo CONMEBOL Evolución, junto con Annika Paz, Lara Esponda, Anela Nigito, entre otras.

Es cierto, con el resultado puesto, el balance termina siendo negativo: por el desgaste del viaje, por lo que implica una goleada de este tipo en la previa a una competencia como los Panamericanos, por no poder sumar una victoria desde la despedida con Perú en San Nicolás y no celebrar luego del Mundial, por la imagen que dejó el equipo. Seguramente, habrá cuestiones positivas que deberán servir como aprendizaje para lo que viene.