Ayer, 22 de junio, se cumplieron 35 años del emblemático”Gol del Siglo” de Diego Maradona ante Inglaterra en el Mundial de México 1986. Tras la desaparición física de Pelusa durante el 2020, distintos clubes a lo largo y ancho del país, en sintonía con gran parte del pueblo argentino, le rindieron homenajeal grito que levantó a un país para luego terminar con la consagración de la Selección Argentina.

El pasado martes fue un día especial para el futbolero argentino: pasaron tres décadas y media de una de las mejores actuaciones de todos los tiempos en Copas del Mundo. Diego Armando Maradona pasó a ser leyenda aquella tarde en el Estadio Azteca, primero con “La Mano de Dios” e instantes después con una corrida inigualable que Victor Hugo Morales se encargó de inmortalizar con su voz.

Después de una jornada emocionante, en el programa de ESPN, F90, se volvió a recordar el Mundial obtenido por la Selección Argentina en 1986 con la presencia de Oscar Ruggeri. El Cabezón no pudo ocultar su emoción al mencionar a Diego Maradona,José Luis Cucciufo y José Luis “Tata” Brown”, tres de los campeones del equipo de Bilardo que hoy no están entre nosotros. Sin dudas, un momento especial para Oscar y el estudio.

“¿Sabes cómo me hiciste lagrimear?”, comenzó diciéndole Ruggeri al Pollo Vignolo, en referencia al homenaje del gol de Diego en la edición de ayer en F90. El Cabezón, mientras le transpiraban las manos de la emoción, les dedicó unas palabras a sus compañeros.“Ustedes piensan que hacen un programa, cuentan lo de Inglaterra y listo, se van a sus casas. No tienen idea lo que nos dan”, decía Oscar sobre el valor que tiene el solo hecho de revivir el Mundial de 1986 para los jugadores que estuvieron presentes allí.

Después del mensaje para sus colegas, el exjugador de la Selección Argentina recordó a los campeones que fallecieron en los últimos años: “Qué loco, porque los tresmurieron muy pibes. Hoy tendrían que estar disfurtando de esto, de ir por la calle y que los abracen al Tata, a Cuchu y ni que hablar a Diego”. En medio del silencio del estudio, Ruggeri habló a corazón abierto.