Los juveniles de Boca Juniors, en esta oportunidad, no están pudiendo repetir lo hecho contra Banfield, cuando le pusieron el pecho a las circunstancias, jugaron un gran partido y rescataron un empate sin anotaciones de su visita al Florencio Sola.
Es que, este martes, por la tercera fecha de la Liga Profesional de Fútbol de Argentina y con la Bombonera como escenario, el equipo hoy comandado tácticamente por Sebastián Battaglia tuvo que medir fuerzas con un peso pesado como San Lorenzo de Almagro. Y la cosa no arrancó bien.
En la primera parte y cuando el cotejo estaba parejo y equilibrado, Ángel Romero, uno de los mejores jugadores del ámbito doméstico, diseñó una muy buena jugada y envió un centro preciso para que Gino Peruzzi meta la cabeza y abra la cuenta para el Ciclón.
Pero, lejos de conformarse con ello, los conducidos estratégicamente por Paolo Montero siguieron buscando la portería contraria y así fue como, ya en la etapa complementaria, encontraron un penal a favor. Obviamente, quien se hizo cargó fue Néstor Ortigoza.
El experimentado mediocampista de San Lorenzo sacó a relucir toda su jerarquía y demostró por qué los penales son su especialidad. Abrió el pie y colocó el esférico en el ángulo izquierdo del arquero de Boca para decretar el 2-0 de los de Boedo.