Boca y River no se sacan ventajas en el marcador durante el segundo tiempo de este trabado Superclásico por los octavos de final de la Copa Argentina. Ante la falta de juego, empezaron a llover las tarjetas amarillas, las patadas y los reclamos. Sin embargo, una jugada de Rojo tuvo todo eso junto.

El primer tiempo del encuentro no fue para nada agradable a la vista de los espectadores. Mucho roce, clima húmedo, presión incesante y poca precisión en los pases. En este contexto, el juego no se hizo presente de la mejor manera en el Estadio Único Diego Armando Maradona. La única clara del encuentro estuvo en los pies de Braian Romero, quien no pudo empujarla en la línea en el cierre de la primera mitad.

Sin goles ni ritmo de juego, las patadas tomaron protagonismo en un Superclásico de nulas emociones. No obstante, la foto se la llevó Marcos Rojo por una escalofriante entrada a Julián Álvarez. El excentral del Manchester United fue a disputar el balón con el delantero de River y, en vez de saltar con la cabeza, fue con los tapones de punta y se los arrastró en la espalda de la Araña. 

Patricio Loustau sancionó la falta ante la locura del banco del Millonario, pero solo sancionó a Rojo con una tarjeta amarilla. "Si era en la cabeza, sí", respondió el juez ante el reclamo de los futbolistas del Muñeco. En un partido caliente, esta entrada hizo que la temperatura subiera aún más.