Cada vez es más común encontrar casos de futbolistas que representan a una selección diferente a la de su lugar de nacimiento. Así como Argentina disfruta de los Garnacho o Maffeo, también existen casos como el de Mateo Retegui. Ahora, un nuevo argentino se sumará a las filas de otro combinado.
Los fanáticos del fútbol local, especialmente los hinchas de Boca y Huracán, recordarán a Franco Cristaldo, el volante que se fue vendido por más de 4 millones a Gremio de Porto Alegre. El buen presente del jugador de 27 años llamó la atención de Paraguay, que no perdió el tiempo y lo contactó.
Según informó el periodista Germán García Grova, el mediocampista está “ultimando detalles” para naturalizarse paraguayo. Su abuelo nació en el país vecino y, ante la falta de oportunidades en la Albiceleste, buscará sumarse a la Albirroja. Será un refuerzo de lujo para Dani Garnero.
El presente de Cristaldo
El surgido en Boca Predio se fue vendido a Brasil siendo uno de los goleadores del fútbol argentino. Su nivel en el equipo de Porto Alegre siguió siendo bueno: lleva 10 goles y 12 asistencias en 50 partidos en el Tricolor. Ya se ganó la confianza de Renato Portaluppi, que lo pone casi siempre de titular.
Cristaldo tiene mucha continuidad en Gremio. (Foto: Getty Images)
Los números de Cristaldo en Boca
Después de un verano inolvidable para él, donde anotó en dos Superclásicos (1-0 en Mar del Plata y 5-0 en Mendoza), Cristaldo no pudo afianzarse en la primera del Xeneize. Disputó apenas 10 partidos y convirtió un gol. De ahí en adelante, pasó a préstamo por varios clubes.
Cristaldo vistió las camisetas de Defensa y Justicia, San Martín de San Juan, Central Córdoba y Huracán, donde alcanzó su mejor versión. El Globo terminó comprando el 50% de su pase.
Cristaldo enfrentó a Boca vistiendo la 10 de Huracán. (Foto: Getty Images)
¿Cuánto recibió Boca por la venta de Cristaldo?
Teniendo en cuenta que el jugador pasó al Gaúcho a cambio de 4.5 millones de dólares, tanto el Xeneize como el Globo se hicieron con 2.25 millones para cada uno. Sin lugar a dudas, un buen negocio con final feliz para todas las partes.