Por primera vez desde que Argentina se consagró campeona del mundo, Leo Messi rompió el silencio y habló de todo. Sus sensaciones previas a ganar el Mundial, lo que vivió dentro del campo de juego durante todo Qatar 2022 y sobre todo en Lusail el 18 de diciembre y también, las repercusiones posteriores a poco más de un mes de la coronación que lo asentó como el mejor futbolista de todos los tiempos.

En diálogo con Urbana Play y entrevistado desde París por Andy Kusnetzoff, en la tranquilidad de su casa Leo revivió todo lo que fue el Mundial en el que la Selección logró su tercera estrella a nivel global. Al margen de los festejos, la locura y la alegría vivida durante toda la Copa del Mundo, Messi destacó primeramente lo que sucedió en el partido más polémico del certamen, aquel contra Países Bajos en los cuartos de final.

 

Desde antes del encuentro, en el seleccionado neerlandés pusieron picante al duelo y eso se vio en los 120 minutos disputados y en los penales, sobre todo contra Louis Van Gaal y Wout Weghorst, los dos con los que Leo se peleó en la cancha y en la zona mixta. Ahora, a casi dos meses de aquel partido que fue más una batalla que un cotejo de fútbol, el campeón del mundo reflexionó al respecto.

Con incluso un poco de autocrítica de su actitud, Leo soltó: "Lo que pasó salió de mí en el momento. Mis compañeros me decían lo que dijo Van Gaal antes del partido, a propósito ja. No me gustó eso que hice, dejar esa imagen, pero salió así, había mucho nerviosismo. Pasa todo muy rápido".

De esta manera, ya en frío, Messi confesó que las actitudes hacia el ahora ex DT de Países Bajos y el jugador al que apodó "bobo" y quedó inmortalizado bajo ese sobrenombre no le gustaron a él mismo pero la fricción y magnitud de aquel encuentro lo llevaron a actuar así.