La eliminación de la Champions League ante Real Madrid terminó de sellar la temporada más olvidable del Manchester City en la última década. Con el nuevo formato de la competición continental, los de Pep Guardiola no llegaron siquiera a octavos de final, y su rendimiento en la Premier League, a 16 puntos del líder Liverpool, hablan a las claras de un notorio bajón en el rendimiento del equipo.
Pero ¿por qué sucedió todo esto a la vez? La realidad es que no es casualidad, ni que el Liverpool es una máquina invencible, puesto que cualquier otra versión del Manchester City de Guardiola le competiría en la Premier. La verdad detrás de la catastrófica temporada del Manchester City se explica por un cúmulo de múltiples factores.
Las lesiones que afectaron al Manchester City
La temporada 2024/25 del Manchester City tuvo un antes y después el 22 de septiembre del 2024. Ese día, en el empate 2 a 2 contra los Gunners, Pep Guardiola perdió a Rodri por toda la temporada. El posteriormente ganador del Balón de Oro sufrió una rotura de ligamentos que lo obligó a pasar por el quirófano y el Manchester City perdió al mejor futbolista del mundo.
Las lesiones han sido duras con el Manchester City.
Desde ese mismo partido y por todo el mes de octubre, el Manchester City también perdió a Kevin De Bruyne. Curiosamente, el club obtuvo buenos resultados en ese período, pero todo cambió a partir de noviembre. Rúben Dias y John Stones, los centrales titulares, se lesionaron, y con ello continuó resintiéndose la columna vertebral del equipo.
Y luego pequeñas lesiones que han provocado que Guardiola no pueda repetir el equipo, ausencias de un puñado de partidos por parte de Aké, de Akanji, de Foden, Doku y Grealish han sido otros de los problemas a los que Guardiola no le ha encontrado solución.
Guardiola, falto de variantes
Y eso lleva al segundo factor, la falta de variantes de Guardiola. Pep es un innovador, el entrenador que cambió el fútbol tal y como lo conocemos, pero ésta temporada, no ha encontrado como ejercer su capacidad en el primer equipo del Manchester City.
Guardiola no le encontró la vuelta nunca al equipo.
Sin la pelota, el equipo sufre, no tiene el sustento físico para soportar la misma intensidad de un partido igualado que otros planteles sí tienen, y allí se han notado las falencias. Cambios de arquero, movimientos posicionales especialmente de Rico Lewis y Stones como volante central son algunas de las modificaciones que probó Pep, pero nada le dio resultado esta temporada.
Las figuras han bajado su nivel y nadie ha dado el paso adelante
Y nada le ha dado resultado en esta temporada a Guardiola porque los jugadores no han sido capaces de dar el salto adelante tampoco. Hay varias razones para ello. Una, y para muchos la principal, es la edad. Kevin De Bruyne (33), Ilkay Gündogan (34), Kyle Walker (34), John Stones y Ruben Dias (30) son los principales apuntados en este rubro. Todos futbolistas que supieron ser figuras del club en múltiples temporadas, y que hoy no parecen responderle a Pep.
Gündogan y KDB fueron los referentes del plantel por años, pero hoy no rinden al mismo nivel.
La merma en la confianza de los jugadores también juega un papel preponderante en este apartado. La seguidilla de derrotas en noviembre y la inconsistencia de resultados desde el comienzo del 2025 ha afectado en la moral de un equipo acostumbrado a ganar semana sí y semana también.
Los fichajes no han sabido suplantar a los jugadores que dejaron el club
Manchester City cometió un error crítico en el verano: creer que todo estaba bien. Los únicos fichajes fueron James McAtee (vuelta de cesión) Ilkay Gündogan (libre) y Savinho (25 millones). En contraposición, del club se fue Julián Álvarez, a cambio de 90 millones.
El City dejó ir figuras que no pudo reemplazar.
Luego de media temporada, el club entendió que tenía que invertir y llegaron Omar Marmoush (75 millones), Nico (60 millones), Abdukodir Khusanov (40 millones) y Vitor Reis (37 millones), mientras que Kyle Walker dejó el club. Claro, la inversión es fuerte y los jugadores, prometedores.
Pero, la temporada ya está demasiado avanzada como para que tuviesen un impacto que pueda cambiar su curso. Y los jugadores fichados no son exactamente figuras mundiales, capaces de llegar y cambiar la tónica del equipo en un abrir y cerrar de ojos.
Debilidades en momentos decisivos
Hablar de momentos decisivos no sólo es hablar de partidos puntuales, o de momentos específicos de un partido, como pueden haber sido esos últimos minutos en Eithad, en la ida de la serie vs. Real Madrid. Que sí, que lo son y que son críticos. Pero también es hablar de que, cuando un jugador tuvo que dar el paso adelante, no lo supo hacer.
Kovacic no ha rendido a la altura de Rodri en el centro del campo.
Kovacic tuvo la tarea de ocupar el rol de Rodri, y jamás estuvo a la altura para ser el cinco titular del Manchester City. Grealish, el jugador más caro en la historia del club, nunca siquiera amagó a dar el paso adelante y ser capaz de resolver algún partido para Guardiola y los suyos. Toda esa magia que tenía en Aston Villa parece haber desaparecido por completo, ya ni destellos hay.
Ederson y Ortega Moreno se han prestado el arco toda la temporada porque ninguno se muestra confiable, ninguno ha demostrado ser, en este curso, un arquero “gana partidos”. De hecho, si se hila fino, han sido principales protagonistas de ciertas derrotas, especialmente el brasileño.
Ederson tuvo grandes errores esta temporada.
Gvardiol puede que haya sido el jugador más regular del Manchester City, tal vez Foden con sus destellos o un Haaland con 27 goles en la temporada, pero tampoco han dado el paso adelante para resolver los partidos críticos en la campaña. No es caer en ellos, pues la realidad es que ninguno de los futbolistas del plantel ha sido capaz de hacerlo.
Esta temporada Manchester City perdió con Real Madrid, con PSG, con Aston Villa, con Manchester United, con Juventus y con Liverpool. Y se fue goleado por el Arsenal, por el Tottenham y por el Sporting Lisboa. Marcha quinto en la Premier League, ya se fue de la Champions League y sólo quedará una eventual FA Cup como motivación antes del Mundial de Clubes.
En cualquier caso, la temporada 2024/25 del Manchester City ha sido catastrófica, un fracaso absoluto para uno de los equipos que ha estado en la cima del mundo fútbol de forma indiscutida en la última década.
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