A mediados de 2011, River sufrió uno de los momentos más duros de su historia cuando bajó a Segunda División. Matías Almeyda tomó las riendas del equipo y realizó algunas contrataciones de peso para buscar el ascenso y ahí fue que llegó Carlos Sánchez al Millonario luego de un gran paso por Godoy Cruz.

Tras conseguir el tan ansiado ascenso, Carlos Sánchez se quedó en River, aunque en un momento tuvo que salir a préstamo, luego regresó y de la mano de Marcelo Gallardo mostró su mejor versión. El volante uruguayo marcó goles memorables que sirvieron para ganar la Recopa Sudamericana 2015 y también la Copa Libertadores del mismo año. En ese certamen, se dio el episodio del gas pimienta en el Superclásico jugado en la Bombonera y Sánchez se refirió al tema, cuestionando la actitud de algunos jugadores de Boca.

Sánchez y la noche del gas pimienta

A la salida la pasamos muy mal, nos tiraban con todo al micro. No nos dio ni para festejar cuando terminó ese partido, llegamos al vestuario juntamos todo y nos fuimos al micro. Queríamos irnos de ahí. Había jugadores de Boca que, viendo como estaban algunos de mis compañeros, querían jugarlo igual, sin importarle la salud del resto”, relató Carlos Sánchez en diálogo con Simplemente River en relación a lo sucedido el 14 de mayo de 2015 cuando el duelo de vuelta de octavos de final de la Copa Libertadores entre el Millonario y Boca se suspendió antes del inició del complemento.

Elogios a Mastantuono

Carlos Sánchez quedó deslumbrado con la aparición de Franco Mastantuono en la Primera de River: “Me gusta demasiado como juega, pareciera que tiene 30 años por su inteligencia para jugar. Es tranquilo, nunca se desespera, sabe cuándo dar el pase y cuándo eludir. Le da tranquilidad al equipo con sus características. Siempre sabe ubicarse a las espaldas de los rivales. Para mí, va a ser el jugador diferente que va a encontrar River en estos partidos contra Atlético Mineiro”.

Franco Mastantuono. (Foto: IMAGO).

Franco Mastantuono. (Foto: IMAGO).

¿Cómo fue volver al Monumental?

“Me saqué las ganas, tenía ansiedad de ir al estadio. Un amigo me dijo que fuera con gorro y lentes para que pudiera comer tranquilo en el restaurante de la cancha, pero preferí ser yo mismo para sentir el cariño de los hinchas, que lo dejé de recibir personalmente cuando me fui, aunque sigo sintiéndolo en redes y en cada foto que subo”, concluyó el mediocampista uruguayo que continúa en actividad a sus casi 40 años y se desempeña en Uruguay Montevideo de la Segunda División de su país.