Luego de quedar libre en el marco de la cuarta fecha, la Selección Argentina afrontó este lunes el último partido de la fase de grupos. Lo hizo en el estadio Arena Pantanal de la ciudad de Cuiabá, donde el combinado dirigido tácticamente por Lionel Scaloni se encontró frente a frente con su par de Bolivia, que acudió sin chances de clasificar.
En ese contexto, la Albiceleste salió con todo con el objetivo de quedarse con los tres puntos y asegurar la primera colocación del grupo. Y así fue como, cuando transcurrían jugados solamente cinco minutos de la primera parte, Lionel Messi asistió de manera exquisita a Alejandro Gómez, que definió muy bien para estampar el 1-0.
El cuerpo técnico de la Selección Argentina tomó la determinación de reservar a algunos futbolistas de cara a los cuartos de final. Algunos de ellos por cuestiones físicas y otros tantos por el riesgo de acumular amarillas y perderse el juego de dicha instancia. De todos modos, la Albiceleste arrancó con todo su duelo contra Bolivia.
Desde el primer instante, Argentina se plantó en terreno contrario, manejó la pelota y expuso profundidad. Así fue como no demoró en generar la primera oportunidad de riesgo, la cual fue neutralizada de forma brutal por Carlos Lampe. Igualmente, la resistencia del conjunto conducido por César Farías solamente se mantendría poco más.
Es que, apenas un puñado de minutos más tarde, el astro de Barcelona, que estuvo en duda por la acumulación de partidos, sacó a relucir todo su talento para dejar al mediocampista ofensivo de Sevilla mano a mano con el arquero boliviano. Posteriormente, el Papu ejecutó la oportunidad con clase y abrió la cuenta.