La vida de Diego Maradona se divide en versículos dignos de desarrollar. Tanto su plano de figura divina e influyente como su aspecto plenamente deportivo, portan un sinfín de anécdotas, confesiones, secretos y mitos, que quedaron cubiertos en el tiempo por las proezas más distinguidas popularmente, principalmente, en la Selección Argentina y en el Napoli.

Pero, dado el caso, este 29 de marzo, puntualmente, da lugar a desarrollar un pasaje sumamente peculiar, que tuvo lugar en la historia hace exactamente 36 años, en el que, justamente, participaron los tres protagonistas mencionados que siempre fueron de la mano como términos, hasta a veces, equivalentes (porque quien dice Argentina, dice Maradona y quien dice Maradona, dice Napoli o viceversa).

 

Por única vez en la vida se enfrentaron en un partido amistoso que, en cierto modo, incomodó a más de uno. Fue en el estadio -llamado por ese entonces- San Paolo, que albergó a 37.119 espectadores. El criticado combinado albiceleste que comandaba Carlos Salvador Bilardo, se encontraba de gira por Europa para disputar tres cotejos de exhibición, en función de alistarse para la Copa Mundial de México de 1986.

Primero fue contra Francia (derrota 2 a 0 en el Parque de los Príncipes el 26 de marzo) y el tercero vs. el Grasshoppers de Suiza (victoria 1 a 0 en el Hardturm Stadion de Zurcí el primero de abril). Y, en el medio, el duelo -que, con el paso de los años y con el mutualismo escrito, se percibe cuanto menos extravagante- frente al Napoli de Diego, pero, claro, ni siquiera ese día Pelusa se iba a animar a enfrentar a la camiseta celeste y blanca a bastones verticales que siempre defendió con uñas y dientes (aunque ese día lució de blanco con pantalones negros).

Argentina, que ganó 2 a 1, formó con: Luis Islas, Oscar Ruggeri, Daniel Passarella, Oscar Garré (marcó el segundo a los 11), Ricardo Giusti,  Sergio Batista, Claudio Borghi, Jorge Burruchaga, Diego Maradona, Pedro Pasculli (autor del primer tanto a los seis minutos) y Sergio Almirón. En tanto que el once del Napoli fue: Claudio Garella, Giuseppe Bruscolotti, Moreno Ferrario, Alessandro Renica, Raimondo Marino, Salvatore Bagni, Eraldo Pecci (convirtió el descuento a los 40), el argentino Juan Barbas, Costanzo Celestini, Daniel Bertoni y Bruno Giordano.

Historia paralela I: Napoli vs. Argentina, el amistoso que dejó a Juan Barbas sin México 86

Entre los once del Napoli estaba Juan Barbas, que para ese entonces contaba con un destacado recorrido en la Selección Argentina (campeón mundial juvenil en Japón en 1979 e integrante del plantel que participó del Mundial de España 1982) y que tanto en 1983 como en 1984, se había adjudicado el Premio Don Balón como mejor jugador de la liga española producto de su trabajo en el Real Zaragoza.

Al momento del cruce amistoso en el viejo San Paolo, Barbas pertenecía al Lecce. No obstante, en el ambiente del Calcio circulaba que para el mercado del verano europeo del '86, firmaría para el Napoli. Por eso, con la intención de acelerar el trámite, pidió permiso para mostrarse en aquel 29 de marzo y se lo concedieron.

El resto de la narración del episodio, lo cuenta el propio protagonista en diálogo con Bolavip: "Me jugaba la posibilidad de pasar al Napoli. Me dieron la autorización y fui. Sentí una emoción grande porque yo había hecho toda la eliminatoria del '85 con ellos y la verdad que me dolió que no me hayan convocado para el Mundial. Igual, yo ya sabía que no me iban a convocar porque en los amistosos previos no me habían llamado y, por ese motivo, también decidí jugar ese amistoso contra la Selección Argentina. A Diego no le gustó mucho y a Carlos Bilardo tampoco. Para ellos era una falta de respeto, pero yo me estaba jugando la posibilidad de ir a jugar al Napoli".

Asimismo, el exentrenador, entre otros, de Racing, Olimpo y Almirante Brown, comentó que, si bien ya sabía que quedaba afuera de los convocados que viajarían a México, el Doctor lo terminó de sentenciar por enfrentar a la Albiceleste. Por tal razón, Barbas buscó un respaldo lo suficientemente resistente para zambullirse a lo que interpretaba como una oportunidad conveniente para su carrera: "Bilardo se sintió traicionado y yo creo que no fue ninguna traición. Me sentía muy afectado por no ir al Mundial y él no tuvo la compasión o la amabilidad de explicarme por qué no me convocaba. Si me hubiera dado un motivo, lo hubiera entendido. Me dolió porque hoy podría ser campeón del mundo como lo fueron mis compañeros. Entonces fui a hablar con Grondona y él me dijo que no le diera importancia. Don Julio nunca vio que yo estuviera traicionando a la Selección, a mis compañeros, al pueblo argentino o al fútbol argentino. Yo me estaba jugando la posibilidad de llegar a un equipo importante como al Napoli. Igual al final no se dio la transferencia. Se ve que a Diego no le gustó o no quedó conforme".

Historia paralela II: la presentación del libro "Maradona, l'uomo, il mito, il campione", con la presencia de Ramón Díaz

En la jornada previa al amistoso Napoli vs. Argentina, Guillermo Blanco, por aquel entonces jefe de prensa de Diego Maradona y redactor de la revista El Gráfico, presentaba en uno de los salones del Castel dell'Ovo (el castillo más antiguo de Nápoles ubicado sobre el golfo de la ciudad, en el barrio de Chiaia justo enfrente del Hotel Royal en donde concentró el plantel argentino) "Maradona, l'uomo, il mito, il campione". El periodista lo invitó a Ramón Díaz al evento del lanzamiento del libro del Diez y, de paso, para que presenciara el amistoso. La idea era presionar para que entrara sobre la hora a la lista de citados para México 86.

Pero no hubo caso. Carlos Bilardo lo veía demasiado cercano a Daniel Passarella (por entonces ídolo indiscutido de la Selección Argentina, es decir, era imposible no incluirlo), quien era apuntado como máximo exponente del Menottismo en pleno crecimiento de la rivalidad de las dos corrientes que aún hoy dividen al Fútbol Argentino. Como el Narigón no quería demasiados adeptos a César Luis, por las dudas, prescindió, no solo del Pelado, sino también de Daniel Bertoni, quien disputó el compromiso del recinto ubicado en Fuorigrotta. Es más, cuenta la leyenda que en las horas posteriores, todavía en Nápoles, aunque Grondona resaltaba exageradamente el papel del exdelantero de Independiente y campeón del mundo en el 78, el Doctor le avisó a Bertoni que se inclinaría por Jorge Valdano.