¡Ya es un hecho! Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay se candidatearon para ser los anfitriones de la Copa del Mundo del 2030, en un evento que se desarrolló este martes dos de agosto por la tarde en el mítico Estadio Centenario de Montevideo, recinto en el que, acaso, se disputó la primera final del certamen global.

En el anuncio, además de las autoridades de cada una de las federaciones, se hicieron presentes Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol -quien apoyó fervientemente la propuesta de los países de Sudamérica de ser organizadores-, y Luis Lacalle Pou, presidente de la República Oriental del Uruguay, quien, oportunamente, ya dio el primer paso en el reparto de los partidos, por cierto, como dos años antes de que se sepa la determinación.

Resulta que el máximo mandatario de los charrúas, cuando fue consultado en rueda de prensa sobre los partidos que le gustaría ver en el territorio uruguayo, no se limitó en contestar que pretende recibir el encuentro inaugural y la final. No obstante, por las dudas, aclaró que su opinión la hace con su espíritu de hincha y no como responsable del cargo que ocupa. De todas formas, a la pasada, la tiró igual.

Por otra parte, en línea con lo que señaló Domínguez en la conferencia de prensa, Luis Lacalle Pou resaltó que "los demás países que quieren organizar"es decir, España y Portugal, la alternativa bipartita que arrimaron desde la UEFA, "no tienen otra fecha que los ate, por lo que tranquilamente pueden ser organizadores en el 2034".

Alejandro Domínguez, a su manera, presionó a FIFA para la elección

En la misma conferencia de prensa, Alejandro Domínguez, ejerció cierta presión sobre la elección que deberá hacer FIFA sobre las sedes para la Copa del Mundo que, por única vez, será bajo el rótulo de 'Centenaria': "Es una responsabilidad que la propia FIFA tiene que asumir. ¿Qué acción va a hacer FIFA para recordar una fecha tan importante e icónica como los 100 años del Mundial?".