Beto da Silva, en el 2015, pintaba como promesa del fútbol peruano. Con menos de 20 años, hacía destrozos en el medio local y campeonaba con Sporting Cristal.

Después de eso, dos aspectos fueron perjudicando su carrera: las lesiones y las decisiones personales. Cambió innumerables veces de club y no encontró estabilidad en ninguno.

A inicios de este año, entonces, volvió a Perú. Se puso la Blanquiazul e ilusionó a muchos hinchas. Desde el inicio, hubo dificultades: su transfer no llegaba y tuvo que esperar para debutar.

Después llegó la cuarentena y no pudo jugar. Por el contrario, incumplió el aislamiento social en más de una oportunidad y los íntimos comenzaron a desilusionarse.

Cuando volvió el fútbol volvió otro fantasma de Betoto: las lesiones. No pudo jugar las primeras fechas y se suponía que venía recuperándose. Este fin de semana podía tener minutos y la idea era usarlo en la Copa Libertadores solo unos días después. 

Este miércoles, sin embargo, Da Silva no asistió al entrenamiento. Según Líbero, su lesión se habría recrudecido y estaba haciéndose una nueva resonancia. Otros señalan otra lesión. Así, Betoto no llegaría a la Copa y se sumaría a la baja de Rubio por suspensión ¡Malas en Alianza!