Barcelona edificó 70 minutos de pesadilla y para olvidar rápidamente en el marco de la gran final de la Copa del Rey. Es que, en el estadio Benito Villamarín de Real Betis, no logró hacer pie ante Valencia.

Tal es así que el conjunto 'Che' se fue al descanso del partido con una ventaja de dos goles gracias a las anotaciones de Kevin Gameiro y Rodrigo. Y fue una diferencia justa que incluso pudo ser mayor.

Sin embargo, el equipo que comanda tácticamente Ernesto Valverde cuenta con un as de espadas, que, aunque no venía teniendo un buen rendimiento en el compromiso, es un peligro latente para los rivales.

Se trata, por supuesto, de Lionel Messi. El crack argentino había sido el hombre más peligroso de Barcelona, pero sin efectividad. Hasta los 28 minutos de la etapa complementaria cuando encontró el gol.

Luego de un rebote hacia el medio del portero de Valencia, Messi capturó el esférico a un metro del arco y solamente tuvo que empujarlo para marcar el gol más fácil de su vida y darle vida a Barcelona.