Tras la eliminación en la Supercopa de España, la salida de Ernesto Valverde y la eliminación también en Copa del Rey, Barcelona ha sufrido un nuevo golpe este domingo al caer derrotado en El Clásico 2-0 por Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
La pálida imagen del equipo culé, en la que poco ha podido cambiar Quique Setién, continúa generando preocupación de cara al futuro más inmediato y a la hora de pensar en cumplir los dos grandes objetivos que le quedan a la plantilla en la temporada: ganar Liga y Champions League.
Quien fue cazado horas después de El Clásico, en Barcelona, fue el presidente Josep María Bartoméu, quien no tuvo más alternativa que expresar sus primeras sensaciones tras esta derrota.
“La Liga sigue, ya lo saben. Lo habíamos dicho antes, La Liga es muy larga”, expresó el mandamás culé luego de que el equipo Merengue superara a su equipo por un punto en la cima de la tabla de posiciones.
En el andar irregular de Barcelona, una constante ha sido la falta de autocrítica, lo que tal vez sea el principal atentado contra la búsqueda de la mejor de las soluciones para revertir el mal momento.
No la tuvo Piqué, que prefirió apuntar a lo mal que había jugado Real Madrid en el primer tiempo, y ahora tampoco la tuvo Bartoméu, que eligió hacer como si nada hubiese sucedido. Pero pasó.