Se calentó mucho el clásico entre Liverpool y Manchester United. Una jugada abrió la polémica y por poco, terminan todos los visitantes encima del árbitro.

El enojo comenzó cuando David De Gea fue a buscar una pelota en el aire, con la presión de Virgil van Dijk, que estaba en el área buscando ganar otra vez de arriba, como hizo para marcar el 1-0 de su equipo. 

Parecía que el defensor le hacía falta al arquero, pero el juez decidió no cobrar nada y la jugada siguió con presión total de los Reds sobre su su rival.

Tanto que recuperaron el balón, se la dieron a Firmino y el brasileño le pegó sin dudar, clavando lo que hubiese sido un golazo, el mejor de la fecha.

En ese instante, mientras los de Klopp festejaban, todos los del visitante fueron a reclamarle, a quien debe impartir justicia en el encuentro, que se había equivocado.

+La jugada de la polémica:

Ahí apareció el VAR, que por audio comunicó que el gol no era valido, por dicha infracción que se mencionó anteriormente.

Desde ese momento, que Anfield está prendido fuego...