El debutante en la Bundesliga superó al Bayern Múnich y es el nuevo líder. Fundado en 2009 en la quinta división, el proyecto alemán de la marca Red Bull es el más criticado -y multimillonario- del momento. Una historia utópica, para los que no tienen un magnate austríaco en su bolsillo.

Red Bull Salzburg (Austria), New York Red Bulls (Estados Unidos), Red Bull Brasil (Brasil), Red Bull Ghana (Ghana) y RB Leipzig (Alemania). La marca de bebidas energizantes es la que más ha incursionado en el deporte como medio de difusión, como vehículo para instalarse en la vida cotidiana de potenciales consumidores. Lejos de contentarse con aparecer como sponsor en la camiseta de un equipo, Red Bull quiso ser el equipo. Ha roto todo paradigma de marketing para tomar las riendas del juego.

El proyecto más ambicioso y de mejor presente del magnate austriaco Dietrich Mateschitz, dueño de Red Bull, ahora es líder de la Bundesliga y sensación en Europa. Mejor publicidad que esa, imposible.

“El peor club, que haya cambiado siete veces de nombre en los últimos años y que esté a un minuto de la bancarrota, es para nosotros más interesante que el Real Madrid”. Y así fue como Mateschitz en 2009 compró SSV Markranstädt, hundido en la quinta división -perfecta para esquivar requisitos legales de la DFB- y con serios problemas financieros. Hasta volvió a abrir su cartera para sumar los cuatro principales filiales de FC Sachsen y así cumplir una de las condiciones formativas para ascender.

Adaptó el club a su gusto, pero no pudo con algo crucial. Es el único de los cinco de Red Bull que no lleva su nombre ya que la Federación de Alemania prohíbe nombres comerciales. Igualmente se las rebuscaron: RB Leipzig. ¿Red Bull? No, RasenBall. Una coincidencia -forzada. Compró los derechos del Zentralstadion, estadio de casi 45 mil espectadores y mundialista en 2006, y lo renombró a Red Bull Arena.

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Formado el club se puso en marcha el proyecto. El dinero no traerá felicidad pero sí refuerzos: con jugadores de la 2.Bundesliga, RB Leipzig ascendió desde la quinta categoría a la cuarta con 22 puntos de ventaja. Después de dos temporadas sin poder subir, Ralf Rangnick apareció en escena con un objetivo claro: apostar por la cantera y construir una plantilla que no pase de los 22 años como promedio de edad. El extécnico del Stuttgart, Schalke 04, entre otros, bajó a la profundidad del ascenso nacional para hacerse amo y señor de los resultados del club como director deportivo. Paso siguiente, Mateschitz inviertió 35 millones de euros para diseñar la ciudad deportiva más grande del país.

Para la temporada 2012/13, RB Leipzig finalmente logró salir de la Regionalliga, invicto y en la final con 30 mil espectadores, para entrar en la tercera división. En su ingreso al profesionalismo, el equipo de Red Bull puso casi tres millones de euros y obtuvo su segundo ascenso invicto y con la media de asistencia más alta de la categoría (16 mil espectadores). En las épocas de oro empezó a ser resistido con fuerza. Le esperaron duros partidos tanto en el campo como en la tribuna: los hinchas de FC Union vistieron de luto como símbolo de la muerte del hincha tradicional, entre uno de los tantos movimientos.

En un principio, la DBF le negó el ascenso de la mano de miles de fanáticos, dirigentes y jugadores. El argumento central es que no cumplía con el estatuto de la liga, que prohíbe un inversor dueño de más de un cincuenta por ciento del club. Pero ¿Red Bull es un inversor? Red Bull es RB Leipzig, sin la marca no hay club. En el ascenso a la 2.Bundesliga sólo contaba con nueve socios producto de un riguroso derecho de admisión. No obstante, la Federación le exigió ciertos cambios en su estructura. Entre ellos, cambiar su escudo para que no sea idéntico al de la empresa y que abran -realmente- la inscripción de socios.

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“Cuando un club compra jugadores para el primer equipo y tiene éxito, no tengo nada en contra. Pero si se actúa salvajemente con todas las canteras de la región, me enfada muchísimo”, destacó Lothar Lässig, presidente del Erzgebirge AUE. Mientras los clubes locales expresaban su malestar ante la imposibilidad de competir contra una bestia de infinito bolsillo, el año pasado las divisiones Sub 12, Sub 13, Sub 14, Sub, 17, Sub 19 y Sub 23 fueron campeonas nacionales.

Thomas Tuchel estuvo cerca de dirigir a RB Leipzig

Después de quedar a cinco puntos de la Bundesliga y no poder fichar a Thomas Tuchel, hoy técnico del Borussia Dortmund, Rangnick volvió a ponerse el buzo de entrenador. En simultáneo, desde Austria llegaron seis de los mejores jugadores del Red Bull Salzburg. Ahora el odio es de los compañeros también: “Mierda de RB Leipzig”, cantan los austriacos. Además, se conviertió en el tercer equipo con más gastos en fichajes, y esto que todavía estaban en la segunda.

Siete años tardó RB Leipzig en saltar de la quinta división a la Bundesliga. Ahora está como puntero junto por sobre el Bayern Múnich. Rangick, siendo el héroe del ascenso, ha vuelto a su cargo de director deportivo y le dejó el puesto a un hombre de confianza: Ralph Hasenhüttl.

El envase no hace al contenido; no le da historia, no le da esencia. Los fanáticos de la Bundesliga se rebelan ante el virus para que no contagie, no inspire. Luchan contra un fútbol grotesco. Si el futuro es esto, acostúmbrate a envases vacíos.

+ Odio al RB Leipzig al por mayor:

  • 6000 mil hinchas de negro invaden el Red Bull Arena:

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