Se termina una era en el Real Madrid. Sergio Ramos se despide del club de sus amores y continuará su carrera con otra camiseta. Luego de una temporada accidentada desde lo físico, uno de los mejores defensores del planeta decidió dar un paso al costado y buscar nuevos horizontes. Su ausencia se notará en el estadio, en el vestuario y en cada partido.
Supo llegar como un buen lateral derecho, pero terminó transformándose en uno de los mejores defensas centrales de la historia del fútbol. Agresivo, cumplidor, de sacar su mejor versión en los choques importantes y goleador. En total, convirtió 101 veces en 671 presentaciones. Una cifra bestial para alguien de su posición.
El una última temporada donde estuvo más afuera que adentro, Sergio anotó su último tanto con la camiseta del Merengue y lo hizo en la UEFA Champions League, por la vuelta de los octavos de final ante Atalanta. El festejo se dio tras un remate cruzado a través de un tiro penal, una especialidad a la que nos acostumbró en estos tiempos.
Aquella jornada, el Real Madrid venció 3 a 1 al conjunto italiano y, con su firma, logró obtener el boleto a los cuartos de final de la edición que terminó siendo del Chelsea. Justamente, fueron los Blues quienes se encargaron de sacar a los de Zinedine Zidane en semifinales.