En el comienzo de la temporada, Lionel Messi demostró en la cancha, que es la principal forma de comunicación que conoce, que estaba descontento en el Barcelona.

Sin embargo, desde hace unas semanas, se percibe que el ánimo del Diez y capitán está cambiando y para mejor.

Este miércoles, en el San Mamés, el argentino fue la gran figura del triunfo del equipo de Ronald Koeman, que venció 3-1 al Athletic Club.

Igualmente, a las dos minutos de juego, Iñaki Williams había abierto el marcador para el dueño de casa al aprovechar los espacios que dejaron los zagueros culés.

En la primera parte, Frenkie de Jong asistió a Pedri de cabeza y empataron el encuentro. Poco después, el español sería quien asista de taco a Messi y éste sea quien remonte el marcador.

En el segundo tiempo, Barcelona tocó muy rápido hasta que Antoine Griezmann asistió con un pase desde la izquierda hasta el medio al argentino y Messi marcó el 3-1. Doblete para él.

Ya sobre el final, casi en tiempo de descuento, el Diez falló un cambio de frente por el piso que terminó en un golazo de Iker Muniain para el 2-3 final.

Barcelona recuperó la sonrisa y esa es la mejor noticia que puede tener el conjunto azulgrana.