Debido a las condiciones climáticas de cada una de las regiones, en muchos de los países de Latinoamérica no forma parte de nuestras costumbres hacer las preparaciones correspondientes para la temporada de invierno. Pero en países como Estados Unidos y Canadá, es fundamental acondicionar el vehículo para poder desplazarse con seguridad, y esto incluye colocar las llantas de invierno.

Aunque nunca las hayas visto, es muy probable que alguna vez pudiste haber escuchado o leído sobre este tipo de neumáticos. Si aún no tienes muy clara la función de las llantas de invierno, hoy te daremos una guía práctica para que conozcas más sobre las ventajas y beneficios de ellas.

Llantas de invierno y llantas de verano

Lo primero que necesitamos saber para entender con mayor facilidad la función de unas llantas para nieve, es conocer las diferencias que existen entre este tipo de neumáticos y los que usamos con más regularidad. Esto en sí resulta menos complicado de lo que podría parecer.

La forma más simple de entender la diferencia entre ambas llantas consiste en fijarnos en los patrones y el grosor que posee el neumático. Estas diferencias tan obvias responden a necesidades de gran importancia a la hora de conducir de forma segura, como son la tracción, la temperatura del terreno y la velocidad.

En primer lugar, tenemos las llantas de verano, también llamadas “normales”, este tipo de neumáticos posee una goma mucho más suave y están cubiertos con una película viscosa que les permite soportar mejor las altas temperaturas. Otra de las diferencias es el tipo de patrón que posee toda la superficie exterior de la llanta.

Ahora, en el caso particular de las llantas de invierno, si bien estas pueden lucir un poco más anchas a simple vista, están fabricadas con una goma mucho más delgada que la que se usa para fabricar llantas de verano. También cuentan con un patrón bastante característico que va de extremo a extremo de la llanta para garantizar una mejor tracción sobre hielo y nieve.

Invierno: la estación más dura de todo el año

Apartando un poco todo el romanticismo que existe sobre la nieve, el invierno es una de las estaciones más exigentes dentro del calendario de los países con cuatro periodos climáticos. Las bajas temperaturas cambian por completo las reglas del juego, obligando a las personas a vestirse e incorporar accesorios al vehículo que son de uso exclusivo para esta temporada.

De hecho, entre las primeras cosas dentro de la lista de muchas personas para recibir el invierno, se encuentra colocar las llantas de invierno tan rápido como empiezan a caer los primeros copos. Durante esta estación el pavimento de las calles y carreteras es cubierto por una fina capa de hielo y nieve que hace más difícil el poder desplazarse sobre ellas.

Para que un automóvil pueda desplazarse de forma segura ante semejantes condiciones, es necesario algo de tracción extra y es en este momento cuando las llantas de invierno demuestran que tan útiles resultan. Los surcos tan pronunciados que caracterizan a este tipo de llantas están hechos principalmente para garantizar un contacto directo entre el neumático y el pavimento.

Esto ocurre debido a que los surcos pronunciados ayudan a remover capas de nieve y hielo con cada movimiento del neumático, garantizando así un mejor agarre que permite maniobrar de forma más segura. Otro punto a favor de las llantas de invierno es que la superficie está recubierta con óxido de silicio, un fuerte abrasivo que ayuda a romper los cristales de hielo con más facilidad.   

Las verdaderas ventajas y beneficios de las llantas de nieve

Cuando nos enfocamos en las ventajas de utilizar llantas de nieve, lo primero que debemos abordar es el tema del desgaste. A pesar de estar fabricadas con una goma más delgada, el utilizarlas solo en determinadas épocas del año y en temperaturas bajo cero le permite tener una vida útil mucho más prolongada.

El agarre y la estabilidad que proporcionan las llantas para nieve son sus cualidades más destacadas. Su forma más ancha hacen que aporten una suspensión adicional, la cual es realmente necesaria cuando conducimos por caminos cubiertos por capas densas de hielo y nieve.

Uno de los entornos en donde las llantas de nieve muestran ser claramente superiores a las normales, es cuando nos vemos obligados a desplazarnos en calles muy transitadas o ligeras pendientes. Ese agarre extra hace una mejora muy discreta pero significativa en lo que se refiere al tiempo de reacción de los frenos.

En lo que respecta a los beneficios que aportan las llantas para nieve solo existe una palabra para poder describirlos con precisión: seguridad. El hielo es una superficie que puede resultar sumamente traicionera, por eso resulta tan importante contar con los accesorios adecuados para hacerle frente.

Está más que comprobado que el riesgo de colisiones vehiculares por derrapes tiene un aumento importante durante los meses de inviernos. Si bien muchos de ellos son provocados por imprudencias, la circulación de vehículos sin llantas para terreno nevado se encuentran entre los descuidos más comunes.

Uno de los factores más importantes a la hora de conducir en terrenos con nieve o hielo, es procurar mantener el control del vehículo en todo momento. Es en este punto donde accesorios como las llantas para nieve pueden marcar una diferencia crucial entre un trayecto seguro y un desastre a punto de ocurrir.

¿Cómo hay que desplazarse durante el invierno?

Las temperaturas bajo cero son capaces de transformar por completo todo nuestro entorno, anexando una serie de nuevos elementos con los cuales debemos tener extremo cuidado a la hora de circular en un automóvil. Es durante esta estación cuando resulta más importante aplicar un estilo de conducción más prudente y tomar todas las medidas de seguridad recomendadas.

Si bien en los países con inviernos más duros existen organismos encargados de remover el hielo y la nieve acumulada en las calles para hacerlas mucho más seguras, nunca está demás tomar nuestras propias previsiones. Así como en terrenos húmedos, durante el invierno es importante conducir a una velocidad constante que nos permite tener un control total del vehículo en todo momento.

Cuando la época de invierno se aproxima lo mejor que podemos hacer por nuestra parte es tomar nuestras previsiones con anticipación. Tener siempre una pala en el maletero, cambiar a llantas para nieve y estar atentos al reporte del clima nos permitirá estar más preparados.

Lo cierto es que ante condiciones climáticas extremas siempre van a existir los imprevistos, pero también es cierto que existen formas de controlar un poco los riesgos a los que nos exponemos. Y cuando la temporada de invierno está a la vuelta de la esquina, no hay mejor forma de hacerle frente a cualquier contingencia que teniendo las llantas adecuadas.