La histórica ciudad rusa, Volgogrado -mayormente conocida como Stalingrado-, acogerá en medio de su constante recuperación al próximo Mundial de Fútbol. Cuenta la era soviética en cada uno de sus barrios, siendo la tercera gran urbe del país.
El fixture del Mundial Rusia 2018.
18/6 (Grupo G): G3 vs G4. 22/6 (Grupo D): D4 vs D2. 25/6 (Grupo A): A2 vs A3. 28/6 (Grupo H): H4 vs H1.
Fue el campo de batalla de una de las mayores masacres del siglo XX. En 2018, estará en las primeras planas de todo el mundo gracias a su urbanización y modernización por albergar a cuatro encuentros de fase grupos del evento más visto del globo.
Adentrada en una cultura rígida como su pasado, los habitantes de Volgogrado aspiran y esperan que la Copa del Mundo los impulse y que traiga con ella nuevos aires a la ciudad.
Volgogrado antes de Volgogrado: Stalingrado
Durante la Revolución Rusa, Tsaritsa -llamada por el río que toca la región- fue ring de la lucha bolchevique y el Ejército Blanco, que en 1918 tomó el importante centro de tránsito y comercio. Pero sería recuperada por los revolucionarios para el año siguiente y tomar el nombre que, hasta hoy, confunde a los extranjeros: Stalingadro, en honor a Joseph Stalin.
Sin embargo, el mundo conocería a la urbe en los años de la Segunda Guerra Mundial. Del ’42 al ’43, allí se dio lugar a una de las resistencias más importantes ante el avance nazi, que costó la vida de aproximadamente dos millones de soldados, en medio un sitio que quedó hecho el 90 por ciento ruinas. Dos años después fue condecorada como la “Ciudad Heroica”.
Para fines del ’50, la región fue rebautizada como Volgogrado, en alusión al río Volga. No obstante, le significó un cambio perjudicial, ya que numerosas personas no se acostumbraron al nuevo nombre. En febrero del 2013, en modo de homenaje, se la llamó oficialmente Stalingrado por nueve días.
Historia viva para recorrer
Siendo un importante centro industrial, Volgogrado también se caracteriza por rendirle digno recuerdo a sus figuras del pasado. Una de las tantas excusas para recorrer la urbe.
Entre 21º C y 24º C hace de junio a julio, la época más calurosa de la fría ciudad. Un clima ideal para visitar el Mamáyev Kurgán, el mayor monumento del triunfo soviético en la Batalla de Stalingrado. Dotada de una gran visita panorámica de la ciudad, es una colina que recibe alrededor de dos millones de visitantes al año.
Además, allí se encuentra la Estatua de la Madre Patria, también en conmemoración de la batalla bélica. Con una estructura imponente, se inauguró en 1967 como la estatua más alta del mundo.
El precio del billete básico, para el tranvía -carece de subterráneo-, cuesta 2 rublos (0,05 euros). Es el único de su tipo, en todo el país, que le permite al viajante ir por debajo del asfalto. Consta de un recorrido de 17 kilómetros con seis estaciones.
El deporte, en el tercer plano
Volgogrado no se jacta principalmente por sus equipos locales. Su mejor equipo de fútbol recala lejos de la Premier League, el Rotor Volgograd.
Sin embargo, cuenta con numerosos equipos en otras disciplinas. Principalmente, en deportes de invierno.
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