Andrew Moloney lleva ocho meses masticando la bronca de saber que debió ser él quien llegue a la trilogía de combates ante Joshua Franco, que tendrá lugar este sábado 14 de agosto en el Hard Rock Hotel & Casino de Tulsa, como el dueño del título mundial de peso súper mosca de la AMB.

Sucede que el combate de revancha quedó sin decisión producto de la hinchazón en el ojo del mexicano que el juez de la pelea juzgó que había sido provocado por un choque de cabezas con el australiano cuando dio por finalizado el combate. Sin embargo, esa hinchazón fue producto de un golpe limpio de Moloney, por lo que el combate debería haberse resuelto con un nocaut técnico en su favor.

"Todavía no tengo idea de cómo sucedio eso. Desde que todos vieron la televisión, hasta que volvieron a ver la pelea tal vez 50 veces, no hay forma de que haya un choque de cabezas. Y sé que Franco lo sabe. Estoy seguro que durante los últimos ocho o nueve meses se ha estado mirando al espejo y sabe que no debería ser el campeón en este momento", dijo en diálogo con BoxingScene.

Y agregó: "Creo que la única explicación posible es que estaban tratando de salvar al árbitro de que se demostrara que tomó la decisión incorrecta. Pero esa es la razón por la que la repetición instantánea está ahí, es para corregir errores cuando ocurren. Y optaron por no hacerlo y se burlaron de toda la situación. Pero eso ya pertenece al pasado. Lo he usado como motivación durante los últimos ocho o nueve meses".

Cabe recordar que Andrew Moloney había llegado como el campeón mundial al primero de los combates con Joshua Franco, el 23 de junio en el MGM Grand Las Vegas. Allí sí, el mexicano logró imponer su superioridad en el cuadrilátero y lo derrotó en decisión unánime con nulo margen para la duda, arrebatándole el cinturón.