Michael Jordan dejó un legado inigualable en la NBA: seis de seis en finales con Chicago Bulls. No obstante, sus recordados anillos no fueron consecutivos, sino que se vieron interrumpidos por un retiro justo después de conseguir los primeros tres campeonatos consecutivos.
A principios de octubre de de 1993, justo antes de la temporada 1993-94, Jordan sorprendía al anunciar su retiro con 30 años en medio de la dolorosa noticia del asesinato de su padre. Precisamente para esa temporada los Bulls habían fichado a base reserva: Steve Kerr. Finalmente, el de Beirut terminó teniendo un rol importante en el equipo con el cual ganó tres anillos más adelante.

Steve Kerr, entrenador de Golden State Warriors (GETTY IMAGES)
Ahora bien, en las últimas horas el actual entrenador de Golden State Warrios pasó por el podcast ‘Glue Guy’ y confesó que él se vio beneficiado con el primer retiro de Michael Jordan. “En cierto modo, su partida me benefició, porque me dio mucho tiempo de juego. Fue malo para el resto de los Bulls y su afición, pero fue bueno para mí”.
Ya como compañeros, terminaron ganando tres anillos más para Chicago, mientras que Kerr obtuvo dos más con San Antonio Spurs en 1999 y 2003. Por si fuera poco, Steve luego consiguió otros cuatro campeonatos como entrenador de Golden State Warriors, lo que lo convierte en una de las personalidades más exitosas de la NBA.

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El día que Michael Jordan le pegó en la cara a Steve Kerr
Una de las anécdotas más famosas y graciosas de Steve Kerr con Michael Jordan pasó durante un entrenamiento de los Chicago Bulls en los 90. Kerr contó que en una práctica muy intensa, Jordan lo estaba presionando fuerte y gritándole. Kerr, que no era de dejarse intimidar, le respondió y empezaron a empujarse. De repente, Jordan le dio un puñetazo en la cara. Kerr quedó con el ojo morado, pero en vez de enojarse, al día siguiente Jordan lo llamó para disculparse.
Kerr contó en tono de broma sobre este episodio: “No sé cuántos pueden decir que han recibido un golpe de Michael Jordan… y seguir siendo sus amigos“. Curiosamente, después de esa pelea, la relación entre ambos mejoró mucho, y Jordan llegó a confiar tanto en él que le pasó el balón para encestar el tiro ganador del campeonato en 1997.





