Otra de las realidades en Pumas es que los jugadores a los que más cariño les agarra la afición, son los que más rápido se van. Pasó con Ismael Sosa, Nicolás Castillo, Carlos González y de forma más reciente con Alan Mozo. El lateral tomó una decisión luego de la Final ante Seattle para tener su futuro lejos del Club Universidad.
A la gente no le gustó su salida, pero él la pidió. Caso contrario a lo que pasó con Carlos González e Ismael Sosa, por ejemplo, quienes no tuvieron de otra más que aceptar las condiciones de sus respectivos traspasos. Este sábado será la primera vez que Alan Mozo regrese al estadio Olímpico Universitario con otros colores.
No se sabe realmente cómo lo recibirá la afición. Por lo general, a los jugadores que no dejaron títulos en las vitrinas, los reciben con abucheos, tal y como le pasó a Ismael Sosa. Al mismo Erik Lira le tocaron sus abucheos cuando le ha tocado jugar ante el Club Universidad.
¿Una decisión correcta?
Alan Mozo no tuvo la regularidad esperada durante su primer semestre con Chivas. Apenas fue titular en seis juegos de los 11 que disputó. Ahora, bajo la nueva directiva y el cuerpo técnico extranjero, tiene un poco más de minutos, pero lejos de su mejor versión. Por su parte, en Pumas aún no encuentran un lateral derecho que pueda llenar el hueco que dejó su salida.