La Selección Mexicana de Diego Martín Cocca apenas acaba de iniciar su proceso, pero ya hay cuestiones que preocupan a propios y extraños. No, no hacemos referencia al flojo desempeño colectivo que tuvo el equipo frente a Jamaica en el Estadio Azteca. Y tampoco a la mala relación que existe entre la afición y los protagonistas. Va mucho más allá...

El conjunto nacional está obligado a hacer un buen papel en el Mundial 2026. Luego del fracaso que significó Qatar 2022 y el haber alcanzado las 8 ediciones consecutivas sin llegar a Cuartos de Final, la próxima Copa parece la ideal para cerrar el círculo. Sin embargo, además de todas las limitaciones futbolísticas que tiene el Tri en la actualidad, hay algo más que genera temor. Y ya lo sufrió Brasil.

El temor de la Selección Mexicana para el Mundial 2026

Hablamos de lo que representa no jugar las Eliminatorias en este lapso. México ya está clasificado al Mundial 2026 por ser anfitrión, pero si se relaja lo pagará muy caro. La competitividad es clave en este proceso y alcanza con ver cómo le fue a los locales en las últimas ediciones: Sudáfrica no pasó de grupos en 2010; Brasil fue humillado por Alemania en 2014 y Qatar ni siquiera sumó puntos en 2022.

Tanto el elenco africano como el asiático son menores en calidad y jerarquía que el Tri, por lo que Diego Cocca tendrá que poner la mira en qué le sucedió La Canarinha. A pesar de ser los máximos ganadores en la historia, los sudamericanos arribaron muy diezmados a la competición por no tener roce internacional y el DT (Luiz Felipe Scolari) le erró por mucho en la convocatoria.

Esto es lo que tendrá que evitar México de aquí a los próximos años: debe jugar amistosos contra las mejores selecciones del mundo para llegar en buen nivel a la Copa. De lo contrario, puede ocurrir otra catástrofe y no será para nada sorpresiva. Rusia lo hizo y tuvo premio en 2018: disputó un quinto partido y estuvo a nada de meterse en Semifinales.