Harry Maguire llegó como uno de los grandes refuerzos a Manchester United pero su presente dista mucho de aquel anhelo. El defensor llegó con el cartel del más caro con 87 millones de euros, el más alto para el cuadro inglés.

Sin embargo, nunca pudo repetir el buen rendimiento que mostró en el Leicester City. Lo que colmó la paciencia de Erik ten Hag y que hoy lo tienen al defensa de 30 años en un papel secundario y con nulas opciones de salir esta temporada.

La este nueva pretemporada para Maguire asomaba como la ideal para tomar un nuevo aire y permitir que Manchester United se quite uno de los sueldos más altos. Pero hasta el momento solo West Ham ha presentado una oferta formal por el futbolista británico. Según Mirror, se ofrecieron 23 millones de euros por su carta, lo que fue rechazado ya que se busca recuperar algo de la inversión y lo mínimo para negociar es 50 millones.

Humillan a Harry Maguire

Esto se ha transformado en la piedra de tope y lo que hasta el momento impide su salida. Pero esta no ha sido la única complicación para Harry, ya que también dentro de la cancha se ha visto renegado a un lugar fuera del grupo de referentes del equipo.

Lo que quedó en evidencia en el último partido de la pretemporada en Estados Unidos. Ante la ausencia de Bruno Fernandes, el capitán en su reemplazo fue Scott McTominay quitándole la jineta al formado en el Sheffield United. En un acto que habría determinado el entrenador holandés.

Tras ello, en el partido frente al Borussia Dortmund se le vio falto de ritmo y hasta recibió el airado reto de Andre Onana, lo que fue catalogado como una humillación sobre el defensor. Imagen que rápidamente se viralizó en redes sociales por el la reacción del camerunés.

Si hasta ten Hag lo criticó por su rendimiento y profundizó sobre la decisión de sacarlo como capitán del equipo. “Fue una mala presentación (…) Sé que es decepcionante para un jugador, pero en realidad puede funcionar bien para el equipo y para Harry”, sentenció.