1984 parece lejos pero está bastante cerca. En aquel Juego Olímpico de Los Angeles por primera vez se sumó la maratón para las atletas mujeres, que hasta ese momento no tenían esa distancia dentro del cronograma deportivo.
Se decía que las mujeres no podían realizar actividades de ese tipo de resistencia, que era insalubre, que eran incapaces, que su cuerpo podría dañarse de manera irreversible. Pero hubo una mujer que fue en contra de ese decir popular. Joan Ullyot, corredora y médica, comenzó a investigar.
En 1976 publicó el libro Women’s Running, defendiendo la carrera de fondo para mujeres. Y así ayudó al Comité Internacional de Corredores a presentar su caso ante el Comité Olímpico Internacional para sumar al maratón femenino a los Juegos Olímpicos.
Cuando presionaron por primera vez en 1977, el COI se negó.Pero en 1984, el maratón femenino se agregó a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.Ullyot continuó corriendo maratones ella misma, compitiendo hasta los 56 años y corriendo por placer más tarde.Su mejor tiempo personal en la maratón fue 2:47:39, alcanzado a los 48 años. Casualidad o no, aquella primera ganadora compartía su nombre: Joan Benoit.
Decía Ullyot sobre su infancia:“Las chicas no corrían.No sé por qué, pero simplemente no lo hacían.Crecí principalmente en la década del 50 y formaba parte del equipo de natación.Muchas otras chicas jugaban voley.No había equipo de niñas para correr”.
La corredora falleció el pasado 19 de junio de este año y fue recordada por muchas corredoras que fueron inspiradas por su decisión de no conformarse y lograr cambiar la historia. Desde aquel 1984, en cada Juego Olímpico las mujeres que corren son en parte por Joan.